Raúl Gutiérrez, técnico campeón con la sub 17 en 2011 y encargado de la sub 23 que buscará refrendar el oro obtenido en 2012, está enfocado en que su siguiente escalón es dirigir en la primera división de la Liga MX.
México, 24 de diciembre de 2015.- Raúl Gutiérrez (Ciudad de México, 1966) destapa un panorama y un futuro demasiado planos. Convertido en uno de los mejores técnicos en selecciones menores, la lupa estará sobre él cuando compita con la Sub 23 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y tenga por obligación, refrendar la medalla de oro que se obtuvo en la cita de Londres 2012.
El funcionamiento que tendrá su equipo en esta justa se vuelve una incógnita sumamente atractiva, ya que de momento tiene una base sólida, pero hay jóvenes que comienzan a despuntar y alzan la mano para acudir a los Olímpicos de Río de Janeiro.
Lo del Potro Gutiérrez es cuestión de empatías con los chicos, junto a los que ya obtuvo una Copa del Mundo Sub 17 y un segundo lugar de esta categoría, la medalla de oro en los Centroamericanos y la plata en los Juegos Panamericanos, por lo que difícilmente tiene quien le haga sombra.
“Pero todo tiene un ciclo y, aunque sería idílico pensar que después de Juan Carlos Osorio siguiera yo, la verdad es que pienso en evolucionar. Hay quien me critica, porque no me interesa repetir un campeonato del mundo Sub 17, ése ya lo logré, ahora quiero dirigir en la Primera División que es el paso natural de todo entrenador”.
¿Es usted sólo un experto para divisiones menores?
Cuando llegué lo primero que hice fue preguntar ¿cómo hicieron para salir campeones Sub 17 en 2005? y no sabían. Esto es de disfraces, el entrenador tiene que saber llevar a jugadores de 15 años y mayores, porque la gestión es diferente.
¿Por qué el futbolista mexicano es tan bueno en la Sub 17 y en otras divisiones parece que no?
En 2005 nadie estaba preparado para ese éxito y en 2011 lo estuvieron un poco más. Recuerdo la charla antes de aquella final, les dije que ahí apenas empezaba su camino. Un título en menores no garantiza jugar en la Primera División. El que crea que lo consiguió todo, se va a perder, si no entrena y trabaja se quedará en el montón.
¿Va con presión a los Juegos Olímpicos de Río 2016?
Vamos como favoritos, eso genera responsabilidad y más que eso lo veo como un reto, el cual he intentado transmitírselo a los diferentes jugadores que hemos tenido. Debemos entrenar como favoritos y pensar como campeones.
¿Cree que se ha ganado el respeto como técnico?
Por los resultados sí. Esto es una pasión para mí porque quiero ganar y trascender en todo. Cuando esté en la Primera División será exactamente lo mismo, me gustaría ser campeón cada año. Son maneras de pensar y sé que a mucha gente no le gusta.
La lógica indica que después de Osorio ¿le toca su turno?
Todos queremos ser entrenadores de la Selección Mayor. Estoy en un proceso para apoyar a la mayor. Tiempo al tiempo, porque se tiene que establecer una estructura. Lo lógico es que el técnico que dirija a la mayor haya pasado por la Primera División.
¿Cómo se dio su inicio como estratega de las selecciones menores?
No fue de la manera más idónea. El final de mi carrera como jugador quería hacerlo en Atlante o América, pero no hubo oportunidad y caí en el León casi de incógnito. Mi adiós fue sin alboroto y prácticamente de un día a otro, colgué los botines y me puse a estudiar para entrenador.
¿Fue así de fácil?
Gracias a Dios nunca he ido a tocar una puerta para pedir trabajo. Empecé en la Universidad del Estado de Puebla y no sabía que ése fue el laboratorio de muchas cosas que ahora aplico. El futbol es genérico, lo que cambia es la calidad de los jugadores. Pasé a Morelia en la Segunda División y luego me invitó Joaquín del Olmo a Correcaminos como auxiliar. Después me habló Guillermo Cantú en 2009, era la tercera vez que lo hacía y acepté más por circunstancias familiares como lo era quedarnos a vivir en donde nacimos y no porque me hayan seducido las selecciones menores.
Raúl Gutiérrez como jugador tenía una apariencia particular. Empezó en la media cancha, pero las circunstancias lo orillaron a ser defensa por la banda y a llevar el cabello largo. “En una gira con el Tri por Europa, dirigido por César Luis Menotti, nos llevaron el uniforme amarrado con una liga. Me la puse en el cabello y a partir de ahí empecé a jugar con la cola de caballo en un juego que empatamos con Bulgaria.”
¿Recuerda su entrada al futbol?
Era un convenio del Atlante con las delegaciones. Estaba representando a la de Tlalpan cuando me tocó conocer a Víctor Manuel Vucetich, antes tuve a Antonio Zárate, ésa fue mi ruta de entrada al futbol. De pronto nos llevaron al Cuautla, y en un camión iba con Luis Miguel Salvador, Roberto Andrade, Gaspar Cisneros, Rafael Mancilla, Guillermo Cantú a los que se le mezclaron otros jugadores para hacer Potros Neza. En 1988 salimos campeones con Vucetich. De todos los entrenadores te llevas algo, pero de Vucetich aprendí que debemos tener preparación académica y eso lo trato de enseñar a mis jugadores. Esa generación atlantista es la consecución de lo que pensaba Vucetich.
Se llama Erasto y su segundo apellido es Jacobo ¿esto le ha resultado extraño?
Sí, es lo que me tocó. En la primaria fui Raúl, en la secundaria, Erasto y en la Normal fui Jacobo. Es toda una mezcla de nombres que me hacen sentir orgulloso. Mi abuelo tenía una tienda de abarrotes en Coyoacán; mi papá es radiotécnico y mi madre vendía tuppers, ellos me dieron las bases para trabajar siempre.
Gran Palmarés
Raúl Gutiérrez ya ha probado las mieles del éxito con diferentes selecciones nacionales, por lo que su próximo gran reto son los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Con la Sub 17. En 2011 ganó el Mundial que se organizó en México, al vencer en la final a Uruguay. En 2013 fue subcampeón. En esa categoría tiene una marca impresionante, al registrar en 2011 ocho partidos dirigidos con igual número de victorias. Anotó 18 goles y recibió solamente siete.
Con la Sub 22. En su siguiente paso con las selecciones menores, el Potrodirigió al representativo Sub 22.
Con ese equipo terminó de tocar el cielo al obtener dos títulos más.
En 2014 consiguió la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de Veracruz, al imponerse 4-1 en la final a Venezuela con goles de Ángel Zaldívar, Raúl López y un doblete de Érick el Cubo Torres.
El 13 de octubre de 2015 Gutiérrez se coronó con la Sub 22 en el Preolímpico de la Concacaf, al derrotar 2-0 a Honduras con autogol de Bryan Acosta y un tanto de Víctor Guzmán. (Excelsior)