Suprema Corte de Justicia de la Nación anuló los permisos que la autoridad había otorgado a la transnacional, por lo que no sembrarán soya transgénica en la Península de Yucatán.
Mérida, Yucatán, 04 de noviembre del 2015.– Este miércoles, la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) anuló el permiso concedido a la transnacional Monsanto para la producción de soya transgénica en la Península de Yucatán, lo que significó un triunfo para los apicultores mayas que se habían amparado.
El abogado defensor del grupo de apicultores de Yucatán “MA OGM Colectivo Sin Transgénicos”, Jorge Fernández Mendiburu, catalogó esta resolución como un triunfo histórico, no sólo porque se enfrentaron a Monsanto, la empresa más grande a nivel mundial en producción de transgénicos, sino que ésta contaba con el apoyo del Ministerio Público de la Federación.
Sin embargo, aclaró que fue una sentencia “limitada”, ya que también ordenó que las autoridades lleven a cabo una consulta con las comunidades indígenas de la península de Yucatán, Chiapas y la planicie huasteca, antes de emitir una nueva autorización para la siembra de ese cultivo genéticamente modificado.
“La consulta la tendría que hacer la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), cubriendo una serie de características, no es nada más ir a preguntarles (a las comunidades). Primero tienen que generar un proceso de información, verificar con qué autoridades lo va a hacer, incluso trasladar esa información a la lengua maya, o sea es un proceso muy complejo si se hace de acuerdo a los estándares, cosa que no hicieron antes de autorizarle los permisos de siembra a Monsanto, lo que originó esta controversia”, explicó el abogado.
Con su resolución, la SCJN anuló los permisos que la dirección general de Sanidad Vegetal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de la Sagarpa había autorizado a esa empresa para que siembre 253 mil hectáreas de soya transgénica en el sureste del país.
Como hemos informado en Desde el Balcón, grupos indígenas se ampararon ante esta situación, lo que originó que Monsanto llegará hasta la última instancia, en el máximo tribunal, que también le dio la razón a estas asociaciones, ya que las autoridades nunca realizaron la consulta pública.
Sin embargo, la decisión de los ministros sólo contempla dejar sin efecto el permiso para que la autoridad convoque a la consulta a las comunidades afectadas; pero la autoridad mantiene la prerrogativa de conceder o negar la autorización para la siembra de soya transgénica
Al respecto, Fernández Mendiburu lamentó que los magistrados no tomaron en cuenta la violación al principio precautorio del derecho a un medio ambiente sano, “pero de todos modos no deja de ser un triunfo importante”.
“Fue un proceso largo, desgastante, pero cuando hay organización y las comunidades mantienen su argumentación, al final la razón sobresale. Es una victoria trascendental, pero todavía queda pendiente el tema de la afectación al medio ambiente, que tendrá que ser abordado en algún momento”, agregó el abogado yucateco en entrevista. (Herbeth Escalante)