A unos días del relevo de Manuel Escoffié Pompeyo como delegado de SAGARPA, comenzaron aflorar una serie de irregularidades en esa dependencia federal que tienen que ver con la errónea aplicación de la norma federal en varios de los programas de esa importante oficina, y hasta -aunque no se crea- la presencia de una veintena de «aviadores» que desde esta misma quincena causaron baja.
Independientemente de esto, ya surgieron las quejas de programas inconclusos o bien «ocultos» en los que ni siquiera el gobernador Rolando Zapata Bello estaba enterado, ya que el mismo ex delegado se preocupó porque se manejaran exclusivamente en su primer círculo de colaboradores.
Por si fuera poco, una vez consumado el relevo, que además no gustó al mismo Escoffié Pompeyo, quien hasta unos minutos antes del cambio decía: “A mí nadie me ha pedido mi renuncia», se suman quejas de personal -particularmente femenino- que se quejaba de los malos tratos e inesperados arranques de humor del ahora ex funcionario federal.
Durante 3 años la SAGARPA se manejó en esas condiciones de obscuridad y de hermetismo que el mismo funcionario imprimió desde su llegada a esa delegación. (desdeelbalcón.com)