El jugador rojiblanco firma tres tantos de gran manufactura para liderar la goleada del Guadalajara 4-1 sobre el Atlas.
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de mayo de 2015.– Con un Marco Fabián de la Mora en plan de jugador grande y un juego que se interrumpió por invasión de campo, Guadalajara mantuvo intacto el orgullo y humilló al Atlas, al derrotarlo 4-1, para así amarrar su pase a las semifinales del Torneo Clausura 2015.
El elemento surgido de las fuerzas básicas del “Rebaño Sagrado” fue la gran figura al marcar tres goles, a los minutos cinco, 16 y 39, además de Omar Bravo, al 54. Juan Carlos Medina había logrado el empate momentáneo, al siete, en este duelo de vuelta de cuartos de final de la Liga MX, disputado en el estadio Jalisco.
La rivalidad más allá de lo deportivo entre Tomás Boy y Marco Fabián, que se acrecentó en las últimas horas, se resolvió donde se debe, en la cancha, donde el jugador de Guadalajara se olvidó de ser ese elemento que aporta poco y cuando quiere, para convertirse en el guía de Chivas hacia semifinales.
El “show” del campeón olímpico en Londres 2012 comenzó muy temprano, apenas al minuto cinco, en un pésimo rechace del argentino Walter Kannemann a la entrada del área, el cual, sin dudarlo, Marco Fabián prendió de derecha con un disparo fulminante pegado al poste izquierdo.
La “Furia Rojinegra” no quería morirse de nada, no tan rápido en el juego, y logró el empate en una jugada a balón parado, en la que el colombiano Aldo Leao Ramírez cedió a la entrada del área a Juan Carlos Medina, quien prendió un derechazo pegado al poste para poner el 1-1, al minuto siete.
Los de casa necesitaban otro gol para equilibrar la balanza a su favor, pero también una defensa más sólida, algo que no pudo corregir en el trámite del juego y que le costó ser eliminado.
Un balón perdido en la salida de los locales le permitió a Marco Fabián tomar un esférico adelante de medio campo y, ante la complacencia de Luis Venegas, llevó el balón hasta las afueras del área, de donde sacó un “chanflazo” impresionante al ángulo superior izquierdo, al minuto 16.
De una nueva pérdida de balón por parte de los pupilos de Tomás Boy se generó el tercer tanto de Chivas, en un desborde por derecha de Raúl López que mandó un centro al área, donde Fabián controló, se quitó muy fácil a Enrique Pérez y de zurda la puso a poste contrario, para poner el 3-1, al minuto 39.
Obligado a marcar tres goles para pensar en semifinales, Tomás Boy movió sus piezas, algo que ya había hecho en el primer tiempo con la salida de Luis Venegas y el ingreso de Édgar Castillo, pero para el complemento sacó a Kannemann e ingresó a Juan Pablo Rodríguez, pero no en su posición, sino más retrasado.
Estos cambios no fueron asimilados por la zaga rojinegra, que vio cómo cualquier posibilidad de remontada se esfumaba al minuto 54, en un cabezazo dentro del área por parte de Omar Bravo, que era el 4-1 lapidario.
Después de esa anotación se dieron los bochornosos hechos en los que varios aficionados ingresaron a la cancha y la barra del Atlas se enfrentó con la policía, por lo que el partido se tuvo que suspender por 20 minutos.
Reestablecido el orden, el balón volvió a correr, pero ya todo estaba escrito, Chivas regresa a una semifinal tras cuatro años de no hacerlo, mientras Atlas cumplirá 64 años sin título y Tomás Boy seguirá como un técnico que sabe salvar a equipos del descenso, pero que desconoce lo que es ser campeón. (Excelsior)