La operación de la niña de dos años de edad requirió once horas de quirófano
Mérida, Yucatán, 9 de marzo 2015.- En lo que representa uno de los casos de mayor complejidad y riesgo en cuanto a cirugía craneofacial, el Hospital Infantil de México Federico Gómez dio a conocer el caso de Fátima, una niña de dos años de edad que superó con éxito una intervención de once horas de quirófano.
El jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del HIMFG, Enrique Ochoa Díaz López, dijo que el mayor riesgo de esta operación estuvo en la severa malformación del cráneo de Fátima, lo cual implicó manejar estructuras vitales como el cerebro sin dejar secuelas.
Y es que el cráneo de Fátima presentaba un espacio de seis centímetros entre sus órbitas oculares y cuatro orificios nasales en posiciones anormales y sin comunicación con la faringe, además de alteraciones en gran parte de su rostro.
Al llegar al HIMFG, la niña proveniente de Puebla fue diagnosticada con Displasia fronto-nasal, una malformación generada durante el desarrollo embrionario, aproximadamente en las primeras ocho semanas de gestación.
Al respecto, el doctor Ochoa comentó que se requirieron casi once horas de cirugía, un grupo médico multidisciplinario y equipos tecnológicos de vanguardia para corregir sus principales malformaciones y hoy, un mes después de su intervención, Fátima no tiene ninguna complicación o secuela, puede jugar, comer y realizar actividades propias de un niño de su edad.
Con esta primera cirugía se logró darle al cráneo de la niña una constitución prácticamente normal, con las órbitas oculares en el sitio y el espacio en el que posteriormente, tras la colocación de los orificios nasales en su posición correcta, se comunicarán con la tráquea para que la pequeña pueda respirar por una vía aérea normal.
Este procedimiento es tan sólo el primer paso de una serie de intervenciones quirúrgicas a las que será sometida Fátima, y que culminarán con otras cirugías estéticas.
La pequeña Fátima es uno de los aproximadamente 16 casos por millón de nacidos vivos que presentan este padecimiento, y representa el caso de mayor complejidad y riesgo que ha tratado el Hospital Infantil de México Federico Gómez desde el inicio de las cirugías craneofaciales hace más de 30 años.
Cabe destacar que este Instituto Nacional de Salud funge como centro de referencia nacional para el tratamiento de niños con Displasia fronto-nasal y con otras graves malformaciones craneofaciales que presentan patologías como el Síndrome de Crouzon, el Síndrome de Apert, el Síndrome de Goldenhar , Plagiocefalias y Microsomías hemifaciales, entre otras, lo que se traduce en un promedio de 80 cirugías al año.
Mediante procedimientos subsecuentes también se les brinda un aspecto estético que les permite desenvolverse en cualquier ámbito social, sin la estigmatización que sufren miles de niños y adultos con estos problemas.
El HIMFG atiende a población de muy escasos recursos, por los que sus costos no representan una fuerte erogación para estas familias y se cuenta con el apoyo financiero de diversas instancias tanto federales como de organismos no gubernamentales para brindar este beneficio a cientos de niños, quienes tendrían que pagar montos mayores al millón de pesos en instituciones privadas para su tratamiento.
Por esto, asegura el doctor Ochoa, con las alternativas que contamos hoy en día, se puede brindar a estos niños la posibilidad de integrarse a la sociedad, de no permanecer escondidos y, sobre todo, de no padecer de una pésima calidad de vida y de tener una longevidad como la del resto de la población.