Las condiciones de malnutrición en el país se han agudizado.
Ciudad de México, México, 27 de octubre del 2022.-Desde 1979 la Organización de las Naciones Unidas instituyó, por iniciativa de la FAO, que cada 16 de octubre se conmemoraría el Día Mundial de la Alimentación.
Para nuestro país, esa fecha representa un fuerte recordatorio de que, en los últimos años, lejos de tener mejorías, las condiciones de malnutrición en el país se han agudizado, y es un hecho que tanto la pandemia y en fechas más recientes, la inflación, han provocado una profundización aún mayor de la problemática.
UN PROBLEMA CRÓNICO
De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2020 había 22.5% de la población nacional en condiciones de vulnerabilidad por carencia de acceso a una alimentación nutritiva y de calidad, un indicador que es prácticamente igual al de 2018, cuando se ubicó en 22.2 por ciento.
Esto en el contexto de un incremento de dos puntos porcentuales en la proporción de personas en condiciones de pobreza, la cual creció de 41.9% a 43.9 por ciento.
En números absolutos, el porcentaje señalado de personas en vulnerabilidad por la carencia señalada significa un incremento de 27.5 millones de personas a 28.6 millones de personas entre 2018 y 2020.
Debe subrayarse que, según el Coneval, “se considera en situación de carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad a los hogares que presenten un grado de inseguridad alimentaria moderado o severo, o presenten limitación en el consumo de alimentos”.
IMPACTO EN PANDEMIA
Para aproximarse al impacto que tuvo la crisis económica asociada a la pandemia de covid-19, en la capacidad de los hogares para satisfacer sus necesidades alimentarias, es importante señalar que según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Continua covid-19), en 2021 habría un 60.8% de los hogares mexicanos en alguna situación de inseguridad alimentaria, indicador ligeramente superior al registrado en el levantamiento del año previo.
Del porcentaje señalado, 34.9% de los hogares estarían en un nivel de inseguridad alimentaria leve; 15.8% lo estaría en condición de inseguridad moderada; mientras que 10.1% de los hogares enfrentaría una situación de inseguridad alimentaria severa.
Hay que destacar que uno de los aportes novedosos que hace la ENSANUT es el porcentaje de hogares en inseguridad por carencia de acceso al agua, definida como la capacidad de acceder o beneficiarse de agua asequible, confiable y segura para el bienestar y una vida saludable.
En esta condición se encontró el 16.3% de los hogares.
INCREMENTOS EN DESNUTRICIÓN
De acuerdo con los datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, hasta la semana 41 del 2022, que comprende del 9 al 15 de octubre de este año, el número de personas atendidas por desnutrición leve ascendió a 40 mil 180, cifra superior a los 31 mil 223 registrados para el mismo periodo de 2021, lo que representa un incremento anualizado de 28.7 por ciento.
Asimismo, el número de personas identificadas con desnutrición moderada llegó a 7 mil 206, cifra 30.4% superior respecto de los 5 mil 524 casos reportados en la misma semana del 2021.
Finalmente, la Secretaría de Salud reporta 3 mil 576 casos de desnutrición severa, los cuales superan 17.8% a los 3 mil 035 que se reportaron en el mismo periodo de 2021.
Así, en total, en los diferentes niveles de desnutrición, hasta la mitad de octubre del 2022 se habían reportado 50 mil 962 casos atendidos por el Sector Salud.
CRECIÓ LA DESNUTRICIÓN
Entre la semana 41 de 2022 y la misma semana de 2021, creció significativamente el número de casos de personas atendidas por desnutrición, en todos sus niveles. En el caso de la desnutrición leve, el incremento anual fue de 28.7%, en el caso de la desnutrición moderada, el crecimiento fue de 30.4%; mientras que en el caso de la desnutrición crónica, el incremento es de 17.8%. Debe recordarse que, en números absolutos, se trata de personas identificadas y atendidas por el sector salud, por lo que, ante el desbordamiento de la capacidad de atención y la caída de coberturas, es válido suponer que los datos son mucho más elevados y que la prevalencia es mucho mayor a la observada en consultorios u hospitales.
EN PANDEMIA
Los datos del Coneval permiten observar que la pandemia tuvo severos impactos en las condiciones de inseguridad alimentaria de los hogares en las entidades donde el impacto en el empleo, el ingreso y en la pobreza fue mayor. También se incrementó la proporción de personas con inseguridad alimentaria en entidades como Baja California Sur y Quintana Roo, las dos entidades con más crecimiento de pobreza entre 2018 y 2020. La inseguridad alimentaria también tuvo crecimientos enormes; otros estados con incrementos importantes son Tlaxcala, Puebla, Guanajuato y Querétaro.