Luego de que surgieran las primeras precandidaturas del PRI para la elección de este año, quedó claro que el gobernador Rolando Zapata Bello jugó al «Súper Rolo», ya que todos y cada uno de los aspirantes tienen su sello y por tanto, no hubo ni conciliación ni «reparto» de posiciones políticas con otras corrientes priistas.
Con excepción del todavía diputado local Francisco Torres Rivas, a quien se le endilga filiación directa a la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, y que será postulado como candidato a diputado federal por el IV distrito electoral de Mérida, una demarcación casi siempre ganada por el PAN. La mayoría de los que disputarán puestos de elección popular son gente afín al gobernador de Yucatán.
Pareciera que en la selección de candidaturas, como en las corporaciones policiacas, sólo hubo un «mando único», el del mandatario estatal, que de esta forma jugará electoralmente hablando sólo con su equipo. Y arrancan… a ver qué pasa. (dedsdeelbalcon.com)