El psiquiatra habría sido ultimado por dos de sus colegas por intereses económicos vinculados con la obtención de un cargo laboral.
Mérida, Yuc. 25 de agosto de 2014.- Tras ardua investigación que incluyó la revisión de cámaras de video, estudios dactiloscópicos, de planimetría, cateos a diversos predios, así como el uso del FARO para recreación de escenas del crimen y diversas diligencias, la Fiscalía General del Estado (FGE) cumplió este día dos órdenes de aprehensión en contra de igual número de detenidos, presuntamente involucrados con la muerte del psiquiatra Felipe Triay Peniche.
Los sujetos involucrados y formalmente detenidos son el presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Enrique Lara González, de 35 años de edad y el también psiquiatra del IMSS, Pablo Santos García Gutiérrez, de 33 años -éste último oriundo del Distrito Federal-, quienes afrontarán el delito de homicidio calificado.
De acuerdo con las investigaciones del caso a cargo de la policía científica de la FGE, el homicidio se perpetró en el departamento de Pablo Santos García, ubicado en la calle 25 por 22 en la colonia García Ginerés, hasta donde llevó al hoy occiso con base en engaños a fin de ultimarlo, tal como habían planeado desde días antes.
El móvil del crimen está relacionado con intereses económicos vinculados con la obtención de un cargo laboral que el reconocido médico obtendría en próximos días y por el cual uno de los involucrados estaba pujando.
La investigación, realizada en tiempo récord por los especialistas de la policía científica del Estado detalla que la muerte del médico oriundo de Espita ocurrió el pasado viernes 15 de agosto, luego de haber salido de una reunión con compañeros de profesión, misma que se efectuó en conocido hotel de esta capital.
Al término de la misma, Pablo Santos García llevó al hoy occiso al sitio citado, para realizar el plan trazado y que consistía en ultimarlo, situación que se logró con el uso de un arma blanca.
De acuerdo con especialistas del Servicio Médico Forense (Semefo), la causa de muerte fue anemia aguda consecuente a perforación de víscera cardiaca, tras lo cual los imputados planearon cómo deshacerse del cuerpo.
Tras el homicidio cometido con saña, los inculpados dejaron durante varios días el cadáver del médico en el lugar de los hechos, que mantuvieron en hielo, en tanto planeaban la manera de deshacerse del mismo, que finalmente abandonaron el miércoles a bordo de su camioneta particular en conocido centro comercial de Ciudad Caucel.
En el lugar de los hechos, peritos criminalistas y elementos de la Fiscalía levantaron las huellas dactilares y realizaron diversas diligencias, dando paso a las labores de investigación con estricto apego a la ley y que derivaron en la solicitud de órdenes de cateo ante los jueces correspondientes y ya con las pruebas recabadas, pedir a la misma autoridad las órdenes de aprehensión respectivas para dar paso a la captura de los involucrados.
Luego de la aparición del cuerpo en el estacionamiento y en una labor coordinada, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del Estado (FGE) iniciaron los trabajos para el esclarecimiento del caso, con diversas diligencias en varios puntos de esta capital.
Entre las acciones implementadas destaca la revisión exhaustiva del sistema de monitoreo de cámaras de video de la SSP, que captaron de manera precisa el desplazamiento de la camioneta del profesional ultimado hasta que fue dejada en el centro comercial el miércoles pasado, así como pruebas dactiloscópicas que involucran a los ahora detenidos.
Como parte de la labor de investigación realizada, los agentes ministeriales y peritos de la Fiscalía ejecutaron diversas diligencias, a las que se sumó la entrevista de más de una veintena de personas que podrían aportar datos sobre el caso.
De igual manera, la Fiscalía General procedió a la realización de estudios de planimetría, el uso del FARO para la recreación de escenas, así como pruebas con aplicación de luminol para detectar rastros de sangre, exámenes químicos y diligencias diversas por parte de los agentes ministeriales investigadores y peritos, claves para el esclarecimiento del caso que involucra a los presuntos responsables.
La labor de inteligencia incluyó el aseguramiento del predio donde sucedieron los hechos y diversas pruebas al cuerpo del ahora fallecido, lo que permitió recabar indicios suficientes para la conformación de la carpeta de investigación correspondiente.
Con las pruebas obtenidas tras una labor seria y profesional, la Fiscalía General solicitó la respectiva orden de aprehensión, obsequiada por el Juez de Control de Mérida, misma que fue ejecutada por los agentes de la FGE.
Tras el cumplimiento de las órdenes de aprehensión, la dependencia puso a disposición del Juez a los sujetos capturados, quienes deberán afrontar el proceso legal por el delito que se les imputa.