Lionel Messi se ha enfrentado 39 veces al Real Madrid, ha ganado 17 de ellos (12 perdidos) y le ha marcado 26 goles.
Barcelona, 27 de febrero de 2019.- Lionel Messi se ha enfrentado 39 veces al Real Madrid, ha ganado 17 de ellos (12 perdidos) y le ha marcado 26 goles. En el Bernabéu también ha ganado más que perdido (10-6) y ha batido desde Casillas y hasta Keylor Navas 15 veces la portería merengue.
¿Se entiende el temor que provoca su visita en Madrid? El capitán del Barcelona, eufórico tras la victoria en Sevilla, avisó que acude al Clásico de Copa con la intención de conquistar plaza en la que sería su sexta final consecutiva y en busca del récord de récords: quinto trofeo al hilo para convertir al equipo azulgrana en el único y absoluto dominador de un título de menor peso mediático pero indudable prestigio.
Pero a Messi le falta algo, todavía, en el Clásico. Cuatro días después de sumar un hat-trick histórico en el Pizjuán, el crack argentino acude al Bernabéu con el reto de marcar su primer gol al Real Madrid en la Copa: siete veces se ha enfrentado al equipo merengue en la competición y no le ha marcado nunca… Aunque sus dos visitas al coliseo merengue, en los cuartos de final de 2012 y la semifinal de 2013, se saldaron con éxito azulgrana.
Si el Madrid ha vestido sus mejores galas en Europa durante el último lustro, al Barça nadie le tose en España en la última década: 7 títulos de Liga y 6 de Copa ha celebrado el club catalán mientras el merengue se ha conformado con 2 de Liga y otros tantos de Copa. Bajo el liderazgo de Messi no hay discusión y el cara a cara entre ambos clubes, con o sin Cristiano Ronaldo, tiene al conjunto entrenado hoy por Valverde como gran dominador.
En el vestuario del Camp Nou se contempla el Clásico de este miércoles como la oportunidad de asestar un nuevo golpe anímico al gran rival. Catapultado el líder gracias al bombazo del Girona que dejó al Madrid casi fuera de combate en la Liga, el duelo del sábado queda en segundo plano ante la ocasión de echarle de la Copa y provocar que el mes de marzo comience para el equipo de Solari con el sabor de la urgencia: agarrado, apenas, a su trofeo fetiche y jugándose el curso a cara o cruz en la Champions. (ESPN).