Quienes lo hacen, como el turista del domingo, se les expulsa de Chichén
Mérida, Yucatán, 20 de marzo de 2018.- El director de la zona arqueológica Chichén Itzá, Marco Antonio Santos Romeo comunicó que cada vez menos turistas intentan subir a la pirámide de Kukulcán, misma en la que el acceso está prohibido desde el 2006.
El funcionario confirmó que el pasado domingo un turista estadounidense subió a la pirámide de El Castillo, mientras que otro intentó hacer lo mismo y no lo logró.
En cuanto los visitantes fueron detectados, personal del lugar les invitó a bajar, e informó que habían violado el reglamento interno del sitio. También se les revisó su situación migratoria, para posteriormente aplicarles la sanción administrativa correspondiente, consistente en la expulsión de la zona arqueológica.
Santos Romeo señaló que este tipo de casos son “aislados” y cada vez se registran menos. El del domingo pasado es el segundo que se reporta en lo que va del año, mientras que en el 2017 ocurrieron cuatro incidentes similares, aunque las personas no lograron subir, únicamente traspasaron los cordones de seguridad.
“El 99% de la gente respeta los señalamientos y hace caso a las normas”, sostuvo el funcionario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Subrayó que la mayoría lo hizo probablemente por diversión, ya que los señalamientos que prohíben el acceso a la estructura y el reglamento del sitio se encuentran en la entrada del lugar y alrededor de la pirámide tanto en español como en inglés. Además hay delimitadores en las estructuras en las que no hay paso.
Explicó que el paso a la pirámide está prohibido para conservar la estructura, ya que cuando hay mayor contacto con los monumentos arqueológicos tiende a haber más erosión en los mismos, sobre todo en sitios que reciben visitas masivas como Chichén Itzá, cuya afluencia de visitantes es de entre 5 mil y 6 mil personas diarias.
“Hasta hace poco se podía subir al Castillo y otras estructuras, pero debido al deterioro y desgaste en el material que implicaba que cerca de 4 mil personas subieran diario, se tomó la decisión de evitar que lo hagan”, abundó.
Otra de las razones por las se prohibió es porque se registraban accidentes en la pirámide, ya que la escalinata tiene 45 grados de inclinación y el descenso se torna difícil. Además de que a algunos visitantes les faltaba el aire o tenían problemas cardiacos al ascender, lo cual ocasionaba caídas.
De igual forma aseguró que sí hay vigilancia suficiente en la zona arqueológica para evitar que las personas se suban o dañen los monumentos, además de que se cuenta con un protocolo para atender esos casos. “No es que se presenten por no tener vigilancia, estamos susceptibles a que ocurran pero cada vez se registran menos”, reiteró.
El director de la zona arqueológica comentó que cuando una persona accede a una estructura en la que se prohíbe el paso se le aplica una sanción local administrativa, consistente en la expulsión de la persona del lugar. Cuando se registra daño o afectación del monumento se interpone una denuncia penal ante el Ministerio Público por daño al patrimonio arqueológico, establecido en la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas.
Finalmente, aseguró que mañana se incrementará la vigilancia en el sitio, ya que se espera recibir a alrededor de 20 mil turistas con motivo del equinoccio de primavera. Alrededor de 300 personas de instancias federales, estatales y municipales participarán en el operativo para vigilar tanto a las estructuras como a los visitantes. (Lilia Balam)