El exjefe de la campaña del Presidente, Paul Manafort, y su socio, Rick Gates, fueron acusados de delitos financieros; otro asesor se declaró culpable de mentir al FBI
Washington, 31 de octubre de 2017.– El exjefe de la campaña electoral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y otros dos asesores fueron acusados en el marco de las investigaciones sobre la presunta colusión con Rusia durante la carrera presidencial de 2016.
El abogado Paul Manafort y su socio Rick Gates fueron inculpados por 12 cargos que no están relacionados directamente con actividades del comité electoral de Trump, sino con delitos cometidos mientras Manafort dirigía la campaña presidencial.
En una audiencia judicial, los dos presentaron documentos en que declararon su inocencia pero fueron puestos bajo arresto domiciliario. Para ello, Manafort tuvo que pagar una fianza de 10 millones de dólares y Gates una de cinco millones.
Tanto Manafort como Gates se declararon inocentes en una primera audiencia judicial llevada a cabo ayer, informó la cadena CNN.
Aunque es cierto que no parecen estar relacionados directamente con las investigaciones sobre la “trama rusa”, los cargos presentados suponen un importante hito en las investigaciones que dirige el fiscal especial Robert Mueller, exdirector de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), ya que la acusación contra Manafort y Gates alega actividad criminal durante “al menos en el 2016”, cuando la campaña presidencial funcionaba al cien por ciento.
Ni Trump ni su campaña fueron mencionados en la acusación y muchos de los cargos tienen que ver con el trabajo de Manafort para el gobierno prorruso de Ucrania y políticos de ese país.
No obstante, Trump se ocupó de destacar que las acusaciones contra Manafort son por hechos ocurridos antes de que trabajara con él.
Asimismo, aseguró que no hubo una “conspiración” con Rusia. “Perdón, pero esto es de hace años, antes de que Paul Manafort fuese parte de la campaña Trump. ¿¿Pero por qué no están la deshonesta Hillary y los demócratas en el foco??”, tuiteó el Presidente.
Paralelamente, George Papadopoulos, asesor de política exterior de la campaña de Trump, admitió haber sostenido reuniones con funcionarios rusos que ofrecían información “sucia” sobre la demócrata Hillary Clinton, y se declaró culpable de haber mentido al respecto al FBI.
El gobierno estadunidense intentó despegarse de ambos casos. Respecto al de Manafort y Gates, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, enfatizó que los cargos no tienen nada que ver con el Presidente ni con su campaña.
Sobre el caso de Papadopoulos dijo que era un “voluntario” y no un miembro estable de la campaña del entonces candidato republicano.