Reportan al menos 465 heridos en Cataluña
España, 1 de octubre de 2017.- Los disturbios durante la celebración del referéndum independentista en Cataluña, anulado por el tribunal Constitucional, han dejado este domingo en la región al menos 465 heridos, según la Generalitat.
También un partido de fútbol, el Barcelona – UD Las Palmas, jugado a puerta cerrada ante la negativa de la Liga a suspender el encuentro y bajo la amenaza de una invasión de campo. Eso sí, las escuelas, centros sanitarios, pabellones y locales municipales habilitados por el Govern para la consulta han abierto a las 9.00 horas de este domingo, la mayoría con largas colas de gente que durante toda la madrugada han sido ocupados por activistas que querían impedir su desalojo.
Los colegios han abierto después de que, a partir de las cinco de la madrugada, llegaran urnas, papeletas y, a primera hora, se constituyeran las mesas. Los Mossos d’Esquadra acudieron a las escuelas a partir de las seis, cuando se cumplía el plazo otorgado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para que intervinieran. En la mayoría de las escuelas la policía catalana abría acta y se iba, aunque hasta las 9.30 había cerrado 90 puntos de votación y se habían incautado urnas. Según el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, ahora están constituidas el 96% de las mesas electorales, ha asegurado en una rueda de prensa a las dos de la tarde.
La jornada ha arrancado con cargas policiales de la Guardia Civil en Sant Julià de Ramis (Girona), donde debía votar el presidente Carles Puigdemont; y de la Policía Nacional y en varios centros de Barcelona, Lleida o en Sant Carles de la Ràpita. La cifra de las 465 personas heridas o contusionadas fue dada por el Sistema de Emergencias Médicas de la Generalitat esta tarde. Los incidentes también han provocado que 11 agentes fueran agredidos. Puigdemont ha denunciado la «brutalidad policial completamente injustificada» que, ha añadido, «no ha impedido el deseo de los catalanes de votar».
Posteriormente, en una declaración institucional, Puigdemont ha denunciado la «nueva operación de represión» del Estado «contra la población que quiere ejercer su derecho a votar» y ha destacado que ello no ha impedido, aun así, que «mucha gente haya votado, yo mismo haya votado, que miembros del Gobierno hayan votado» y que muchos ciudadanos vayan a seguir haciéndolo.
El líder catalán ha pedido seguir defendiendo el «derecho a decidir» y ha afirmado que le «admira» y «emociona» la «valentía de miles de ciudadanos que defienden» los colegios y las urnas. «Porras contra urnas. Violencia contra civismo», ha remachado. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha pedido a los promotores del referéndum ilegal, y en concreto al presidente de la Generalitat, que abandonen sus objetivos. «Si querían tener una foto ya la han conseguido, ahora que vuelvan a recuperar la razón», ha asegurado.
Entre los 465 heridos y contusionados, hay varios de gravedad que han sido trasladados a centros hospitalarios. Uno de los heridos ha sido golpeado con una bola de goma en el ojo y está ingresado en el hospital de Sant Pau porque tiene que ser intervenido, según explican fuentes sanitarias. Turull ha recordado que el uso de pelotas de goma en Cataluña está prohibido. Entre los agredidos por las actuaciones policiales está la consejera de Enseñanza, Clara Ponsatí, quien ha explicado: «Me han estirado, arrastrado y me han dado algunos golpes». El consejero de Exteriores, Raül Romeva ha afirmado que buscará contactos con los estados miembro de la Unión Europea para que el Consejo Europeo sancione a España.
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha cargado en una comparecencia ante los medios contra los Mossos d’Esquadra, cuya actitud al considerar que han «puesto en riesgo de manera irresponsable el prestigio» de la policía catalana. Millo ha justificado las cargas y ha asegurado que el Ejecutivo «se ha visto obligado a hacer lo que no quería hacer». La Fiscalía actuará contra los Mossos por actuar como una «policía política» ante su pasividad frente a la orden de cerrar colegios electorales en la consulta del 1 de octubre. Fuentes del ministerio público han expresado su malestar contra la policía autonómica por «haber traicionado la confianza que jueces y fiscales depositaron en ellos hasta el último momento».
De hecho, la actitud de los Mossos en algunos colegios ha provocado escenas de tensión entre este cuerpo policial con la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía. Los Mossos, en resupuesta a las acusaciones de los sindicatos y asociaciones de policía y guardia civil, se han defendido diciendo que su actuación durante la jornada de este domingo se ajusta al ordenamiento judicial y que han cerrado 244 centros de votacón.
Puigdemont, que debía votar en Sant Julià de Ramis finalmente lo ha hecho en la localidad de Cornellà del Terri (Girona). Ello ha sido posible porque, tras constatar el cierre de varios colegios, el Gobierno había decidido fijar un censo universal, es decir, todo el mundo podía votar en cualquier escuela. «Podremos celebrar el referéndum; no como hubiéramos querido, pero podremos celebrar el referéndum con garantías», ha afirmado el portavoz del Ejecutivo catalán, Jordi Turull. Esta mañana también han votado el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, o la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.
Tras conocer las cargas policiales en Batcelona, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha llamado «cobarde» al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, por «inundar de policía» la capital catalana. En un mensaje a través de su cuenta de Twitter, la alcaldesa ha escrito: «Un presidente de gobierno cobarde ha inundado de policía nuestra ciudad. Barcelona ciutat de pau, no té por (Barcelona ciudad de paz, no tiene miedo)». También ha pedido el «fin inmediato de las cargas policiales contra población indefensa» y ha insistido en que el número de heridos este domingo en Cataluña bordea los 460.
El segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha criticado las cargas policiales contra los ciudadanos congregados en los colegios electorales con motivo del referéndum suspendido por el Tribunal Constitucional y las ha calificado de «inadmisibles e innecesarias». El líder del PSC, Miquel Iceta, ha considerado que el referéndum es el fracaso de la política, que ha derivado en «hechos lamentables». Iceta ha calificado la jornada de «muy triste», lo cual atribuye a la «incapacidad de diálogo» del PP y a la «actitud temeraria» del independentismo. El líder de los socialistasf catalanes ha pedido en dos ocasiones el cese de las cargas policiales.