Aterriza de emergencia en Rusia
Moscú, Rusia, 17 de agosto del 2019.- Un avión con 234 pasajeros chocó cerca de Moscú, Rusia, contra una bandada de aves mientras despegaba y tuvo que aterrizar de emergencia sin víctimas mortales.
La agencia AFP reportó que al menos 23 personas resultaron heridas luego de que la aeronave aterrizara “de panza” con los motores apagados.
Los hechos se registraron en el aeropuerto Zhukovsky, de Moscú, cuando el avión iniciaba su vuelo hacia Simferopol, en Crimea.
La línea Ural Airlines que operaba el Airbus A321 se impactó contra las aves y produjo un incendio en unos de los motores.
Otro de los motores presentó una falla por lo que el capitán se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia sobre un campo de maíz.
La agencia Sputnik destacó que luego que el avión tocó tierra fuera de la pista, comenzó la evacuación de los pasajeros.
Una fuente del cuerpo de Emergencias señaló que el incendio en uno de los motores fue apagado momentos después del aterrizaje de emergencia.
Sin bajar el tren
Por otra parte, la agencia rusa del transporte aéreo, Rosaviatsia, precisó que «el avión aterrizó sin bajar el tren».
Detalló además que “los pilotos apagaron los motores momentos antes de la maniobra de emergencia”, lo cual pudo disminuir el riesgo de una desgracia mayor.
De los 234 pasajeros, 23 de ellos, cinco de ellos menores, fueron trasladados a hospitales con lesiones leves.
Según las primeras informaciones, a consecuencia de la colisión con las aves se apagó una de las dos las turbinas del avión y la otra redujo considerablemente su potencia.
Enseguida uno de los motores presentó un incendio por lo que segundos más tardes la tripulación decidió apagar las máquinas.
«Los pilotos actuaron correctamente, de acuerdo con las instrucciones (para estos casos), tal y como les prepararon”, dijo a la agencia Interfax el director general de Ural Avialinii, Serguéi Skurátov.
“Antes del aterrizaje de emergencia apagaron los motores», mencionó.
Agregó que los choques de aviones con bandadas de pájaros «son muy raros, quizá uno en 50 años».
Agencias.