El presidente de EU confirma que su gobierno detendrá el espionaje telefónico y confía en cumplir con las preocupaciones ciudadanas.
LA HAYA, 26 de marzo de 2014.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmó hoy que su gobierno pondrá fin al acopio masivo de datos telefónicos de estadunidenses que realiza la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y confió en que eso responderá a las preocupaciones ciudadanas sin afectar a la lucha terrorista.
En rueda de prensa al término de la III Cumbre sobre Seguridad Nuclear en Holanda, el mandatario opinó que las nuevas reformas rebajarán las preocupaciones sobre la acumulación de ‘metadatos’ telefónicos (es decir, las características de la llamada, pero no su contenido) y asegurará que hay suficiente supervisión a cargo del poder judicial.
«Estoy seguro de que (las nuevas regulaciones) nos permitirán hacer lo necesario para enfrentarnos al peligro de un ataque terrorista, al tiempo que aliviará algunas de las preocupaciones que la gente ha transmitido», explicó Obama.
En su opinión, con las nuevas medidas se asegura que el gobierno no está en posesión de datos telefónicos masivos.
Puntualizó que las «hipótesis de la gente sobre algunos de los peligros» de esa recopilación eran exageradas, porque ya había «salvaguardas».
Obama confió en que el Congreso no ponga objeciones para aprobar las nuevas normas, recomendadas por un grupo de expertos independientes creado tras las revelaciones realizadas por el ex analista privado Edward Snowden acerca del poder de espionaje telefónico de la NSA.
Pese a que la NSA sigue manteniendo su extenso mandato de acción en el exterior, Obama aseguró que las revelaciones de espionaje sobre países aliados, aunque «haya podido ser irritante, no define las relaciones entre países».
Reiteró que la cooperación en inteligencia con los aliados sigue siendo importante para la lucha global contra el terrorismo o la proliferación nuclear, uno de los temas centrales de la cumbre recién celebrada en La Haya.
«Lo que ha pasado es que la tecnología ha evolucionado a un ritmo que no han podido seguir las directrices y estructuras que limitan a nuestras agencias de inteligencia», opinó Obama.
Ante las quejas de países aliados, en especial de los socios de la Unión Europea (UE), por el espionaje a sus ciudadanos o líderes políticos, Obama anunció el pasado enero que las nuevas regulaciones tendrían en cuentan la privacidad de los ciudadanos extranjeros, no protegidos constitucionalmente en Estados Unidos del espionaje de la NSA. (Excélsior)