Sedatu plantea 210 proyectos estratégicos, de los cuales más de la mitad corresponde a vías férreas, aeropuertos y plataformas de distribución urbana para promover la conexión entre estados y con el resto del país.
México, DF. 15 de mayo de 2014.- La región sur-sureste del país tiene la conectividad más deficiente, lo que agudiza las condiciones de rezago y marginación, advierte un diagnóstico de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
De acuerdo con la dependencia, en esta región (conformada por nueve estados: Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Veracruz) caracterizada por la ausencia de sistemas carreteros y de transportes apropiados, existe además una dispersión de la población, puntos habitacionales alejados de los centros de producción, una orografía accidentada y la presencia constante de fenómenos hidrometeorológicos que afectan las vías de comunicación.
Señala que pese a que la región cuenta con una importante red carretera, ferroviaria, portuaria y aeroportuaria, dichas redes no han sido plenamente articuladas ni reciben mantenimiento adecuado, lo que impide que sean aprovechadas como detonadores de desarrollo.
La red carretera, advierte el estudio, es el principal medio de movilidad en la región, sin embargo sus condiciones de operación e interconexión son limitadas, además de estar amenazada constantemente por eventos hidrometeorológicos, lo que mantiene a un alto porcentaje de la población en localidades marginadas.
Tan sólo en Oaxaca y Chiapas, más de 50% de la población vive en localidades clasificadas de alta o muy alta marginación; en Guerrero 45% de los habitantes vive en esta condición; mientras que en Puebla y Veracruz el porcentaje llega a 30%.
De acuerdo con la Sedatu, la región cuenta con el mayor porcentaje de población rural a nivel nacional: 12.1 millones de personas que representan 34.3% de la población en la región, y también alberga 68.42% de la población indígena del país.
Así, el índice de marginación nacional señala que en la región sur-sureste se encuentran los cinco estados más marginados del país: Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla, así como 123 de los 125 municipios con menor Índice de Desarrollo Humano.
Ante este escenario, el impulso de proyectos de infraestructura de alto impacto que faciliten la comunicación entre la región con el norte del país y el océano Pacífico y el Golfo de México, así como la integración de las comunidades menos desarrolladas, es la principal apuesta del Programa Regional de Desarrollo del Sur-Sureste 2014-2018.
Para esta región se plantea la mayor cantidad de proyectos estratégicos: 210 en total, de los cuales 125 tienen que ver con la conexión entre los propios estados de la zona y con el resto del país, así como las áreas de desarrollo con las localidades marginadas, a través de carreteras, puertos, vías ferroviarias, aeropuertos y plataformas de distribución urbana.
De igual modo, la estrategia establece el impulso a sectores clave de la región mediante 30 proyectos enfocados a la agroindustria y ganadería y 25 encaminados a fortalecer el turismo.
Amenazada por el cambio climático
La región sur-sureste cuenta con abundantes recursos naturales, incluyendo agua y alta biodiversidad. Sin embargo, la zona también tiene un alto riesgo de sufrir desastres naturales provocados, entre otras razones, por el cambio climático y el calentamiento global.
En la zona están 19 de los 50 principales ríos de México, pero además registra los los más altos niveles de precipitación anuales. Un análisis de riesgo coloca a seis de los nueve estados de la región entre los 10 con índice más alto de vulnerabilidad a nivel nacional.
Por ello, el Programa Regional de Desarrollo Sur-Sureste establece la conservación de áreas naturales para preservar los activos ambientales y promover el desarrollo sustentable de la zona con el fin de mitigar los impactos del calentamiento global. (24Horas)