El 18 por ciento de los adultos mayores de 60 años viven solos. Únicamente el 30 por ciento tiene acceso a una pensión
Mérida, Yucatán, 29 de agosto de 2017.– De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en Yucatán los adultos mayores son un grupo vulnerable ya que el 18% de ellos viven solos, sólo el 30% tiene acceso a una pensión, el 45% de los hombres tiene que trabajar después de los 65 años pese a que es la etapa de la jubilación y en general no suelen ser contemplados en las políticas públicas, informó la investigadora de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, Gina Villagómez Valdéz.
La académica detalló que las personas de la tercera edad viven solas debido a que los hijos migran, trabajan y difícilmente se hacen cargo de sus padres, lo que los deja en estado de indefensión, ya que “los pone en riesgo de no ser atendidos, de morir solos, de padecer enfermedades en la soledad. También hay riesgos mas fuertes como el asalto, el atraco y como el caso ‘Crecicuentas’ que hay fraudes”.
Subrayó que en los últimos años se ha dado un fenómeno que cada vez es más preocupante: la violencia patrimonial, es decir, el despojo de los bienes de los adultos mayores por parte de sus parientes.
“Ahora estamos hablando con funcionarios del Registro de la Propiedad porque es un fenómeno que se está detectando ahora y porque los adultos mayores difícilmente denuncian a sus familiares”, explicó Villagómez Valdéz.
Abundó que esta situación se debe a que en Yucatán la familia continúa siendo el núcleo de mayor cuidado “como en la mayor parte de los estados más pobres y vulnerables”. “El mejor amortiguador para enfrentar la vejez sigue siendo la familia”, agregó.
Sin embargo existe una “falta de agradecimiento” por parte de los jóvenes al legado, cultura y los bienes de la gente mayor. “Hijos, nueras, nietos se sienten con el derecho a que los recursos del abuelo son de la familia y el abuelo siempre da, hace el quehacer, cuida a los niños cuando los padres trabajan y ese trabajo muchas veces no está valorado”, comentó.
“Entonces cuando hay conflictos entre hermanos o cuando alguno de los hijos cuida al adulto mayor se siente con el derecho de quedarse con la propiedad y frente a la vulnerabilidad del adulto mayor que no se vale por sí mismo, se hacen ‘chanchuyos’ en que muchos notarios se prestan para hacer este despojo del adulto mayor”, recalcó la investigadora.
Añadió que actualmente se investiga este fenómeno para implementar medidas que protejan los bienes de los adultos mayores. “Hay que promover el testamento, que es una costumbre que no tenemos muy arraigada y que evitaría estas circunstancias”, puntualizó la especialista.
A su vez, indicó que aunque existen programas como “60 y más” y los Clubes del Adulto Mayor del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), se requieren más acciones que garanticen los derechos de dicho sector.
Subrayó que los tres niveles de gobierno tienen la responsabilidad de generar políticas públicas con perspectiva de envejecimiento y que los legisladores “deben conseguir mayores recursos para la gente mayor y tener programas que ayuden a eliminar la situación de abandono”. Destacó que “hay una ley de derechos de las personas adultas mayores que se encuentra en papel y que legislativamente todavía requiere contemplar sanciones”.
Al respecto, la senadora panista Rosa Adriana Díaz Lizama declaró que la actual legislación sobre los derechos humanos de los adultos mayores “es muy laxa” y que es necesario se reforme para incluir sanciones hacia quienes no la respeten.
La legisladora informó que desde el 2012 entró en vigor dicha ley, sin embargo “la ley general hoy habla de protección y derechos de los adultos de la tercera edad pero no habla de sanciones, programas”.
Agregó que es necesario implementar mecanismos que vigilen el cumplimiento de dicha ley pues subrayó que el abandono de personas de la tercera edad no es castigado. “Se hacen recomendaciones pero no siempre hay denuncia, a persona no quiere denunciar a su familiar. Buscamos que las leyes sean mas rígidas en este aspecto”.
Cabe mencionar que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población de la tercera edad ha aumentado en las últimas décadas: a nivel nacional en el año 2000 el 6% de la población total eran adultos mayores de 60 años y para 2015 la cifra subió a 10.4%. “Para el 2030 podría llegar al 30% de la población nacional”, sentenció Villagómez Valdéz.
A nivel estatal el número rebasa la media nacional. El 10.4% de la población yucateca pertenece al grupo de la tercera edad, es decir, en todo el estado poco más de 200 mil adultos tienen más de 60 años, 36 mil de los cuales viven solos. En su mayoría son mujeres, ya que la esperanza de vida de las yucatecas supera la de los varones por 4 años. (Lilia Balam)