Hoy inician las actividades del Gran premio de México.
Guadalajara, Jal., 28 de octubre de 2016.– Un año atrás, la expectativa en torno al Gran Premio de México giraba en torno a si el país estaba listo para albergar un evento de este tipo.
Ahora, 12 meses después y tras haberle dado fin a una sequía de 23 años sin que la máxima categoría del deporte motor tuviera un evento de este calibre, la idea es completamente diferente a la de entonces, pues el Gran Premio de México de esta temporada tiene serias implicaciones para la definición del campeonato de pilotos de la Fórmula Uno.
En 2015 todo estaba ya definido, tanto el campeonato de constructores como el de pilotos, pues una semana atrás Lewis Hamilton concretaba su tercer campeonato, segundo consecutivo, al haber triunfado en el Gran Premio de Estados Unidos, y la escudería Mercedes había firmado su segundo título de constructores en el Gran Premio de Japón.
Un año después, la corona de pilotos aún no tiene dueño y eso le genera un atractivo extra a los tres días de actividades en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde se realizará la fecha número 19 del campeonato 2016 del Gran Circo.
Aquel 1 de noviembre de 2015 la suerte de Nico Rosberg comenzó a cambiar, pues fue en México donde inició con su racha de siete triunfos consecutivos en la categoría, tres con los que cerró aquella temporada y los primeros cuatro de la presente que, junto con la racha de tres victorias seguidas entre los Grandes Premios de Bélgica y Singapur, tienen colocado al alemán a las puertas de su primer campeonato de pilotos.
Rosberg llega a la cita en el Hermanos Rodríguez con una ventaja importante, pero no definitiva, de 26 puntos sobre su compañero de equipo y monarca vigente, Lewis Hamilton, que en México se juega una de sus últimas cartas para poder mantenerse en la pelea y buscar su tercera corona consecutiva, aunque se antoja complicado.
Hamilton tiene la posibilidad este fin de semana de hacer casi inexistente la diferencia que existe entre él y Rosberg si el propio británico consigue la bandera a cuadros y el alemán no logra un solo punto, ya sea que concluya en el puesto 11 o peor, o termine abandonando; ese hipotético resultado le daría la ventaja al piloto germano de un punto en el campeonato.
Pero también, el Gran Premio de México es la primera oportunidad para Rosberg de concretar el título. De triunfar por segundo año consecutivo en la pista de la Magdalena Mixhuca y de terminar Hamilton sin puntos, el piloto con el Mercedes W07 número seis estaría coronándose en nuestro país, donde en tres ocasiones distintas en la historia se ha definido un campeonato de pilotos, en 1964, 1967 y 1968. Rosberg podría llegar a ser campeón si en México logra establecer una diferencia de 51 puntos con Hamilton y sin importar que el británico gane las dos carreras restantes y el alemán no concretase puntos.
Más allá de lo que se disputa en la pista, el Gran Premio de México tiene un ingrediente que lo distingue por encima del resto de los eventos de la Fórmula Uno: su público.
Es del conocimiento internacional la calidez que tiene el mexicano y eso quedó demostrado en 2015, donde a pesar de que no se ofreció un gran espectáculo en la pista capitalina, lo que llamó más la atención estuvo en las tribunas del Hermanos Rodríguez, donde entre los tres días de actividades se reunieron poco más de 336 mil espectadores.
Tal cantidad de público estremeció a cada uno de los entonces 20 pilotos participantes, muchos de ellos haciendo referencia al final sobre sus emociones luego de sentir las vibras de los que asistieron ese fin de semana.
Por ello, la expectativa más alta que se tiene del Gran Premio de México de este año, es la energía que pueda brindar cada uno de los asistentes, a fin de igualar o superar el ambiente que se vivió entonces y que le valió a este evento ser reconocido por la FIA como el mejor del año en la Fórmula Uno.