Las piezas fueron rehabilitadas con el Programa de Desarrollo Cultural Municipal.
Mérida, Yucatán, 16 de abril de 2014.- Luego de cuatro meses de trabajos de restauración en obras de arte sacro, las esculturas de la Virgen de la Asunción de Timucuy y San Jacobo de Tixcacacupul serán devueltas a sus comunidades para su resguardo y culto, en eventos que estarán acompañados de procesiones, misas y otras actividades.
Las piezas mencionadas fueron intervenidas como parte de un proyecto impulsado por la Secretaría de la Cultura y las Artes (SEDECULTA), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) y los Ayuntamientos de ambas demarcaciones a través del Programa de Desarrollo Cultural Municipal (PDCM), en el que concurre financiamiento mixto.
El jefe del Departamento de Patrimonio Cultural de la SEDECULTA, Enrique Martín Briceño, informó que en ese proceso, que inició en diciembre del año pasado y concluyó en marzo de 2014, se incluyeron seis imágenes religiosas de madera policromada pertenecientes al patrimonio artístico y cultural de Yucatán.
Entre ellas, el funcionario estatal mencionó dos piezas de Cuzamá (la Virgen de la Natividad y la Purísima Concepción), dos de Timucuy (Cristo Nazareno y la Virgen de la Asunción) y dos de Tixcacalcupul (Cristo Negro de San Román y San Jacobo).
Martín Briceño expuso que los tratamientos profesionales y las labores de intervención de las figuras, corrieron a cargo de expertos de la sección de Restauración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Yucatán, bajo la dirección de la especialista Claudia Ocampo Flores.
Para poder intervenir las piezas se realizaron los trámites ejecutivos correspondientes y se contó con la anuencia de la Comisión de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Yucatán, comentó.
Al dar detalles de las labores, el funcionario precisó que la rehabilitación de cada escultura se basó en la necesidad de recuperar la imagen original, eliminando las capas de pintura puestas a lo largo de su trayectoria de vida y uso, además de reforzarlas estructuralmente para asegurar su conservación.
“Los deterioros que presentaban ambos santos, incluyen aquellos relacionados con su función social y religiosa, además de otros causados por malas intervenciones hechas con anterioridad, como múltiples repintes, aplicación de pastas de resane, deficiente unión de fragmentos, reposición de elementos con materiales de mala calidad y fracturas asociadas al movimiento continuo durante las fiestas y procesiones”, explicó.
Como parte de las actividades asociadas a las entregas, que se llevarán a cabo el 22 y 23 de abril próximos en Timucuy y Tixcacalcupul, respectivamente, especialistas del INAH impartirán talleres en las demarcaciones, con el fin de orientarlas sobre el cuidado de las esculturas y cómo utilizarlas durante las procesiones a fin de evitar futuros daños y promover su preservación.