El presidente de Venezuela impone restricciones inciertas ante un escenario de descontento popular por su mandato
Caracas, 14 de mayo de 2016.- Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, ha decretado el estado de excepción y emergencia económica este viernes ante la posibilidad de un supuesto “golpe” contra su Gobierno. El decreto es una carta en blanco que, según los opositores, intenta apaciguar la presión popular que busca activar un referendo que ponga fin a su mandato este año. “Esto es para proteger a nuestro pueblo”, dijo el jefe del Estado.
El mandatario no ha especificado el alcance de esta medida. Solo ha adelantado que el decreto le da poder para atender la acentuada crisis económica que sumerge al país en un inminente colapso y evitar una conspiración contra su Gobierno mediante medidas excepcionales: “Esto nos permite durante los meses de mayo, junio, julio, y toda la extensión que vamos a hacer constitucionalmente durante el año 2016 y seguramente el año 2017, recuperar la capacidad productiva del país”, explicó.
Venezuela, asfixiada por la más alta inflación del mundo (180,9% en 2015) y una crítica escasez de alimentos y medicinas, comienza a mostrar signos de tensión social. En solo tres semanas se han agudizado los intentos de saqueos a comercios y las protestas callejeras en varios sitios del país.
«He decidido aprobar un nuevo decreto de estado de excepción y emergencia económica que me dé el poder suficiente para derrocar el golpe de Estado, la guerra económica, para estabilizar socialmente nuestro país y para enfrentar todas las amenazas internacionales y nacionales que hay contra nuestra patria en este momento», dijo Maduro durante un consejo de ministros que encabezó desde el palacio presidencial de Miraflores transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión.
La oposición, representada por la alianza de partidos políticos Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha convocado en los últimos días manifestaciones callejeras para presionar al Consejo Nacional Supremo Electoral (CNE) –controlado por el chavismo– con la intención de que agilice los trámites para una pronta salida del Gobierno de Maduro mediante la convocatoria de un referendo revocatorio.
Pero el Ejecutivo es férreo. Los dirigentes del chavismo han jurado a la oposición que no podrán tomar el control político. Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y uno de los máximos dirigentes del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), ha indicado que el revocatorio del mandato del sucesor de Hugo Chávez no será este año. Esto supone un traspié en los planes de los opositores, que se resisten a ceder terreno al chavismo. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y excandidato presidencial, no ha suspendido una manifestación popular programada para este sábado que exigirá al CNE agilizar el proceso revocatorio. (El País)