Rocas del cráter arrojan datos de alta resolución

Con las muestras, podrán realizar análisis microbiológicos y de ADN para conocer cómo fue el repoblamiento después del impacto del meteorito

Mérida, Yucatán, 9 de mayo de 2016.- Las muestras de rocas que se han recuperado en la Expedición 364 Cráter de Chicxulub son de tal calidad que arrojarán datos de muy alta resolución, expresó con optimismo Ligia Pérez Cruz, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante del equipo mexicano de esta iniciativa.

En conferencia de prensa, la científica compartió que la perforación en torno al sitio ha sido exitosa hasta el momento.

En este sentido, expuso que aunque los hallazgos son interesantes, antes de emitir una conclusión, los datos, las muestras y la información tienen que ser discutidos y analizados a través de un procedimiento más detallado con la comunidad internacional que participa en este proyecto, conformada por unos 30 especialistas.

Tras más de 20 días en la plataforma, Pérez Cruz manifestó que se han perforado unos 760 metros, de los que se obtuvieron 93 núcleos, que para el momento de su intervención en el evento debían ser ya 100. Éstos consisten en cilindros de roca con un diámetro aproximado de siete centímetros y una longitud de tres metros.

“Lo que analizamos básicamente son algunas estructuras o rasgos que nos den información de cómo fue el impacto, de cómo era la dirección del cuerpo impactor. También vamos a hacer análisis de  geoquímica de isótopos estables como el oxígeno y el carbono, que nos brinden información de cómo ha cambiado la temperatura en el planeta a lo largo de los últimos 65 millones de años”, destacó.

Con las muestras, el equipo podrá realizar análisis microbiológicos y de ADN para conocer cómo fue el repoblamiento de organismos después de aquel evento, o si algunos de estos están asociados con sistemas hidrotermales o con los grandes tsunamis ocasionados por el fenómeno.

La doctora señaló que lo que se hace en la plataforma es preparar estas evidencias para su estudio en los diferentes laboratorios de las instituciones académicas participantes, que arrojen información sobre qué tipo de vida pudo haber en aquel entonces.

Mencionó que los primeros resultados se obtendrán a finales de éste año, o principios de 2017, con los cuales se confirmarán teorías y se modificarán conceptos que actualmente se tienen sobre el Cráter de Chicxulub y otro tipo de información científica.

Durante el diálogo, el líder del equipo mexicano de expertos, Jaime Urrutia Fucugauchi de la UNAM, descartó algún tipo de daño ambiental por los trabajos en la zona, que comenzaron el 8 de abril y se prevé que concluyan el 6 de junio próximo.

Por su parte, Mario Rebolledo Vieyra, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), recordó que ha colaborado con el doctor Urrutia en 1999 y comentó que mañana se integrará a la plataforma de la Expedición 364.