Las convulsiones que sufría la pequeña María Paula Acevedo han disminuido considerablemente a partir del medicamento extracto de la marihuana.
Mérida, Yuc. 15 de marzo de 2016.- A 72 horas de que María Paula Acevedo Cardos, una pequeña de 5 años de edad que padece epilepsia refractaria, recibiera las primeras dosis de cannabidiol (medicamento extracto de marihuana), sus padres observaron cambios sustanciales en su comportamiento, ya que logró conciliar el sueño, estar más tranquila, con mejor apetito y en estos tres días, solamente ha registrado dos convulsiones.
La niña ha enfrentado cuadros graves de hasta 200 convulsiones al día, por lo que el hecho de que hayan disminuido drásticamente a tan solo dos, representa una nueva esperanza para sus padres de que pueda tener mejor calidad de vida. Además, notaron que María Paula está «más alerta, interesada en observar cosas».
La menor y sus padres, Juan Acevedo y Alejandra Cardos, son los primeros en Yucatán que consiguieron el permiso para importar el medicamento que llegó desde el miércoles pasado y fue este viernes cuando empezaron a suministrarle las primeras dosis de cannabidiol de cinco mililitros cada 12 horas.
Luego de varios meses de trámites y gestiones ante la Cofepris para obtener el permiso para importar el medicamento y ante el laboratorio Hemp Meds de los Estados Unidos, la familia Acevedo Cardos recibió dos frascos del RSHO-X que es parte de la fórmula en una edición especial que hizo el laboratorio para las familias de México que alcanzaron la autorización.
Sin embargo, ahora sólo cuentan con un frasco, ya que el segundo se tuvo que cancelar pues en la Aduana de Toluca lo abrieron para «hacerle pruebas», por lo que prácticamente quedó inutilizado y la familia deberá gestionar un nuevo permiso para importar otras dosis.
Los dos frascos fueron donados por el laboratorio Hemp Meds de los Estados Unidos, pero es probable que a futuro tengan que pagar algún costo; la familia aún no sabe. El medicamento deberá tomarlo María Paula por tiempo indefinido.
A partir de ahora, la pequeña María Paula será objeto de monitoreo constante por parte de sus médicos, especialmente su neuróloga Julia Ribom, a fin de ir registrando los cambios que tenga su organismo, y en un mes aproximadamente se le harán pruebas sanguíneas y un electroencefalograma para confirmar científicamente qué evolución tiene luego de consumir el medicamento.
María Paula enfrentó el pasado mes de febrero una recaída en sus convulsiones y al ser ingresada en el IMSS de Mérida se contagió de Influenza H1N1, por lo que estuvo a punto de tener neumonía, lo que ocasionó que sus padres decidieran llevarla a una clínica particular.
“Fue un mes muy malo, febrero nos caló a todos, había pronósticos muy malos en la salud de María Paula, temimos lo peor”, señaló Alejandra Cardos.
Tras ello, la niña bajó de peso y estuvo con mucho insomnio y falta de apetito. Sin embargo a 72 horas de iniciado el tratamiento con cannabidiol, la niña se observa más despierta, mueve las manos en forma controlada y mira ahora a sus padres con mayor atención. «Son cambios inmediatos que estamos viendo, sabemos que el medicamento no es milagroso, pero creemos que puede ayudar», dijeron.
El cannabidiol que envió el laboratorio tiene la consistencia de un aceite, no tiene olor ni sabor, ya que ambos padres la probaron antes de dársela a su pequeña hija.
El medicamento extracto de marihuana se le suministra dos horas antes de los otros medicamentos que normalmente se le aplican. La intención es que su metabolismo absorba con mayor eficacia la fórmula del cannabidiol.
En Yucatán hay otras cuatro familias, además de la familia Acevedo-Cardos, que están solicitando los permisos para importar el cannabidiol, pues sus hijos enfrentan problemas de epilepsia refractaria. (Yazmín Rodríguez Galaz, foto Lorenzo Hernández)