Merkel advierte a Moscú de una catástrofe si no cambia postura.
Naciones Unidas, 14 de marzo de 2014.- A tres días del previsto referéndum de Crimea, Ucrania denunció ayer en la ONU una “agresión militar rusa”, mientras que Rusia aseguró que no quiere una guerra, pero ninguno de los dos países dio muestras de que haya un acercamiento.
La nueva discusión de la crisis ucraniana en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con la novedad de la presencia del primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk, volvió a mostrar la enorme distancia que separa a Moscú de los demás miembros del organismo.
Yatseniuk abrió el debate denunciando lo que llamó una “agresión militar” rusa contra su país “que no tiene razón ni motivo”, y aunque recalcó que aún hay “una oportunidad de solución” advirtió que se trata de un conflicto que “va más allá de las fronteras de Ucrania”.
Recordó que en 1994 su país renunció a su arsenal nuclear, heredado de la desaparecida Unión Soviética y que entonces era el tercero mayor del mundo, y con el llamado Memorando de Budapest (uno de cuyos firmantes fue Rusia) se garantizó la independencia y la soberanía nacional de Ucrania.
Por ello, Yatseniuk advirtió que, si no se respeta ahora ese acuerdo, “sería muy difícil convencer” a cualquier país de que renuncie a sus armas nucleares, lo que “debilitaría” a todo el sistema internacional de no proliferación.
El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, pareció comenzar de modo conciliador al decir que Rusia “no quiere la guerra” con Ucrania, pero defendió el derecho de Crimea a separarse debido al “vacío legal” de Kiev.
Churkin denunció el “violento derrocamiento del gobierno legítimo por los radicales de Kiev” y aseguró que Rusia “no quiere exacerbar más la situación”, algo que consideró que han hecho otros países durante los últimos meses apoyando las protestas contra el gobierno del ex presidente ucraniano Victor Yanukovich.
Rusia inició el jueves nuevos ejercicios militares cerca de su frontera con Ucrania, sin mostrar señales de dar marcha atrás en sus planes de anexar la región de Crimea pese a advertencias más fuertes a lo esperado de sanciones de parte de Estados Unidos y la Unión Europea. En un discurso inusualmente duro, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió de una “catástrofe” si Moscú no cambia su postura.
Merkel se expresó en los términos más fuertes desde el comienzo de la crisis, despejando cualquier sospecha de que Alemania quiera evitar una confrontación con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Una persona murió ayer y al menos diez resultaron heridas en la ciudad de Donetsk, en el este prorruso de Ucrania, en un enfrentamiento entre defensores de la integridad territorial del país y partidarios de Rusia, informaron las autoridades.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, pidió ayer que se cancele el referéndum previsto para este domingo en Crimea y amenazó a Moscú con nuevas medidas europeas si no se producen “avances” en la crisis de Ucrania en los próximos días. Antes del encuentro previsto para hoy en Londres entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguei Lavrov, el jefe de la diplomacia británica sostuvo que el referéndum en Crimea, república autónoma ucraniana de mayoría de población de origen ruso, no sería “ni legal ni legítimo”. (El Universal)