El accidente del 25 de diciembre mató a una persona y dejó a 17 aprisionadas.
Pekín, 03 de febrero de 2016.- Cuatro trabajadores de una mina de yeso en China fueron rescatados este viernes después de 36 días atrapados a 200 metros bajo tierra. En un caso que evoca el de los 33 mineros chilenos en 2010, por la duración del caso y el modo de sacarlos, los cuatro fueron extraídos uno a uno, en una operación que duró dos horas, gracias a una cápsula especialmente construida.
Las imágenes que ha emitido la cadena de televisión estatal china CCTV muestran el rescate de uno de ellos, con los ojos protegidos por una máscara e inmediatamente rodeado de sus compañeros, envuelto en mantas y trasladado en una ambulancia al hospital de la ciudad de Pingyi, en la provincia de Shangdong, en el este de China.
Los cuatro, en condición estable según los medios chinos, han sido identificados como Hao Zhicheng, de 50 años; Li Qiusheng, de 39; Guan Qingli, de 58, y Hua Mingxi, de 36. Todos ellos formaban parte de un grupo de 29 personas que quedaron atrapadas cuando la mina se hundió el día de Navidad, con tal violencia que la sacudida fue recogida por los sensores de terremotos chinos. Otros once trabajadores lograron salir vivos, uno falleció y 13 continúan desaparecidos.
El accidente de la mina es uno más en un país donde las condiciones de seguridad laboral son aún muy pobres, debido a la dejadez, la corrupción, la ignorancia o el deseo de reducir costes. De acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, 68.061 personas murieron en 2014 en accidentes laborales en China.
En los últimos años se han reducido gradualmente las cifras, en torno a un 10% anual. En 2014 se aprobó una normativa que endurecía las sanciones para las empresas que no respetaran las medidas de seguridad en el trabajo, y que podrán ser multadas hasta con 100,000 yuanes, unos 14.000 euros. Pero las leyes siguen sin aplicarse estrictamente.
El año pasado murieron 931 personas en accidentes mineros en China, el mayor productor de carbón del mundo. En 2002 habían fallecido casi 7.000.
Los mineros consiguieron refugiarse en un espacio de aproximadamente seis por ocho metros. Cinco días más tarde, el 30 de diciembre, los equipos de rescate detectaron señales de que estaban vivos y lograron ponerse en contacto con ellos. Desde entonces, más de 400 personas de siete organizaciones especializadas trabajaban en turnos ininterrumpidos para tratar de liberarlos.
Las tareas se vieron dificultadas por lo inestable del terreno y continuos derrumbes. La mina ya había recibido órdenes de cerrar el pasado octubre, ante el peligro de hundimientos, pero había continuado operando de modo clandestino, según había publicado el diario Beijing Times. En varias ocasiones, las vías de acceso a los mineros se vieron bloqueadas por la caída de rocas, algunas de varias toneladas, cuenta el diario China Daily.
Mientras se preparaba el rescate, los expertos excavaron un túnel más estrecho para entregar víveres y ropa a los mineros. Se les proveyó también de teléfonos con los que pudieron permanecer en contacto con los equipos de rescate y vídeos para que pudieran estar al tanto de las maniobras que se estaban llevando a cabo. Unos juegos de cartas de póker les permitieron matar el tiempo.
El funcionario de la comarca de Pingyi Zhang Shuping declaró a CCTV que la búsqueda de los restantes mineros desaparecidos continuará en los próximos días.