Una envidiable oportunidad la que recibió el diputado local Jorge Sobrino Argáez, para liderar el PRI municipal, pero el tiempo transcurre y no se observa ningún avance en lo que a la estructura y consolidación del PRI en Mérida se trata. Se asegura que el joven profesionista decidió trasladar sus oficinas hasta la García Ginerés en los alrededores del parque Las Américas y con eso terminó de vaciar la «Casa del Pueblo», sede del priismo, en donde casi nadie acude.
Sobrino Argáez, joven de buen ver y sonrisa agradable, desperdicia horas y días previos a lo que será la campaña tricolor por la alcaldía de Mérida y en lugar de trabajar con sus masas partidistas, decidió hacerlo únicamente con desayunos, juntas y reuniones con la élite tricolor. Ya se comenta entre los priistas de hueso colorado que de continuar así el heredero Sobrino dejará mucho que desear en su incursión dentro de la política. (desdeelbalcon.com)