Una de las aeronaves aterrizó en Mérida, como parte de sus actividades de prevención en la temporada de ciclones.
Mérida, Yucatán, 20 de abril de 2015.- Uno de los aviones tipo “Hércules” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que son conocidos como “Caza Huracanes”, aterrizó en el aeropuerto Internacional de Mérida, como parte de sus actividades de difusión para la protección de la población durante la temporada de ciclones.
Estas naves se encargan de recolectar información sobre los ciclones para calcular con mayor precisión su ubicación exacta, trayectoria y velocidad de sus vientos.
“Los aviones caza huracanes penetran al ojo del huracán, y a diferencia de todos los demás estimados (meteorológicos) que se hacen en el mundo por satélite, el trabajo de dicha naves va preciso al ojo, le dan exactamente la localización y la intensidad máxima de la tormenta, y esos datos nos los envían inmediatamente al Centro Nacional de Huracanes de EUA” señaló Lixion Ávila, especialista de dicho instituto.
Indicó que nuestras zonas del Golfo de México, del Caribe y del Atlántico, son las únicas en el mundo que cuentan con la labor de estos aviones, ya que en otras regiones no tienen dicha infraestructura.
Explicó que en la temporada de ciclones, el Centro Nacional de Huracanes le recomienda al Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Fuerza Aérea de EUA acudir a las zonas en donde se piensa se desarrollarán los disturbios, para que realicen los estudios correspondientes.
Recalcó que con las investigaciones de los caza huracanes se ha avanzado mucho, sobre todo porque hace 20 años el error de trayectoria de dichos fenómenos era muy grande, pero ahora, con los datos que recaban, se puede pronosticar mejor el rumbo que tomarán.
Lixion Ávila señaló que obtiene datos para hacer un buen pronóstico meteorológico y salvar vidas humanas, “pues un avión va cada seis hora al huracán para ir midiendo, va uno y regresa el otro, tenemos 10 de éstos”.
Entre los equipos más valiosos dentro de las aeronaves, destacan las llamadas sondas de caída, las cuales se lanzan para que penetren la pared del ojo del huracán, y determinen los vientos máximos y la presión más baja de superficie.
En su caída, las sondas –similares a un globo- recaban datos de dirección, viento, velocidad, presión, temperatura y humedad, desde el punto de lanzamiento hasta la superficie del mar, con lo que se crea un perfil vertical de la atmósfera.
La información recabada por los caza huracanes mejoran en 30 por ciento la precisión sobre la trayectoria y zona de impacto de los ciclones tropicales, que permite la toma de decisiones cada vez más acertadas en beneficio de la población.
El avión que llegó a Mérida, está dotado de cuatro motores “Roll Royce” con turbohélice, con una potencia de 4 mil 700 caballos cada uno; su longitud es de 29.3 metros y mide 11.9 metros de altura, y 39.7 metros de envergadura. Su velocidad de desplazamiento es de hasta 671 kilómetros por hora, y puede volar hasta 12 horas continuas. (Herbeth Escalante; foto Lorenzo Hernández)