Arqueólogos descubrieron un milenario plato con la representación de un «wahyis».
San Fco. Campeche, Campeche, 26 de agosto del 2023.-Esta semana, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer que encontraron en Campeche un milenario plato que lleva pintado un misterioso “ser protector”. Sí, según los expertos que lo descubrieron, formaba parte de una ofrenda funeraria.
Como les contábamos, fue el mismísimo INAH el que anunció con bombos y platillos que sus investigadores apenas hallaron un milenario plato que tiene pintado un “wahyis” o ser protector en el sitio Cansacbé, en Campeche, localizado a unos 12 kilómetros de distancia de la capital del estado.
Sí, esto durante los trabajos de salvamento arqueológico en el Tramo 2 del Tren Maya. O al menos eso dijo el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, quien aseguró que en Cansacbé nunca se habían hecho investigaciones, pues sólo el Instituto Carnegie de Washington había llevado a cabo su registro en la década de 1930.
El funcionario explicó que en la primera mitad del siglo XX, varios de los montículos de este lugar se utilizaron como banco de material para la construcción de la vialidad que conecta a Campeche con Mérida.
Al respecto, agregó que en los años noventa, durante la ampliación de esta misma carretera, se excavaron dos edificaciones tipo palacio que reubicaron en una de las glorietas de la actual autopista, las cuales siguen en el mismo lugar.
Aprovechando el descubrimiento del milenario plato con el ser protector, Diego Prieto presumió que ahora el INAH realizó un mapeo detallado del sitio Cansacbé de Campeche y se protegieron los edificios intervenidos.
El milenario plato que encontraron en el lugar formaba parte del entierro de una persona, posiblemente de un miembro de la elite local, pues los arqueólogos pudieron darse cuenta de ello por la fabricación de la pieza cerámica.
Fue después de una limpieza en su laboratorio de Campeche que los expertos hallaron en la vasija pintado un jaguar o un hombre vestido con la piel de un jaguar parado sobre una banqueta; toda esta escena enmarcada, además, por pequeños recuadros que se asemejan a caparazones de tortugas.
Por último, sobre esta ilustración, Diego Prieto dijo que esta clase de representaciones son comunes en la cerámica maya del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), y que en ocasiones se refieren a seres protectores o “wahyis”, que eran entidades sobrenaturales que acompañaban a los miembros de la elite, equivalentes a los nahuales del centro de México.