La nave en la que dos cubanos buscaban el sueño americano tuvo una avería que puso fin a su travesía.
Holbox, 02 de diciembre de 2014.- El sueño americano de dos indocumentados cubanos quedó frustrado luego de que la pequeña embarcación en la que viajaban sufriera daños en su motor y recalara a dos millas de las costas de la isla de Holbox, donde finalmente fueron resguardados por la policía municipal y hasta donde llegaron elementos del Instituto Nacional de Migración para llevárselos a Cancún, en tanto que otros diecinueve cubanos lograron esconderse en las costas o presuntamente en algunos domicilios que les dieron refugio.
Joel Hernández Rodríguez de 42 años y José Manuel Herrera Sánchez de 43 de nacionalidad cubana, sin documentación alguna fueron los retenidos en la alcaldía de la isla donde relataron que en total venían 21 personas en la embarcación de 9.7 metros de eslora por 3.5 de manga (largo y ancho), que quedó finalmente resguardada por Capitanía de Puerto en la caleta del destino turístico.
De acuerdo al capitán de puerto José Luis Ibarra Rojo, por la mañana se recibió un reporte de una embarcación encallada a dos millas al norte de Holbox, por lo que se procedió a la verificación y al llegar se encontraron con la nave color azul con blanco matrícula BB 518- LX y la leyenda Hermanos Adaba.
Explicó que todo parece indicar que sufrieron daños en el motor de la embarcación, ya que incluso hicieron remos rústicos con los que sortearon los dos últimos nortes hasta que finalmente lograron llegar a la costa norte de Holbox, donde unos pescadores a temprana hora dieron reportes oportunos sobre la barca a la deriva donde se encontraron a estas dos personas.
La embarcación no pertenecía a ningún puerto de la zona y todo parecía indicar que era de otro país, por lo que se procedió a realizar una verificación en las costas hasta que fueron encontrados los dos cubanos mencionados que fueron turnados poco después del mediodía a la alcaldía de la isla de Holbox para su resguardo, en tanto arribaban las autoridades de Migración procedentes de Cancún.
Cerca de las tres y media de la tarde la embarcación fue llevada en la caleta de Holbox, frente a Capitanía de Puerto, donde se realizó la medición de la misma, y donde se pudo constatar el motor dañado de la embarcación, así como dos remos improvisados que los balseros habían hecho con metal y tablas que desprendieron de la embarcación.
Los inspectores de la Capitanía de Puerto encontraron una pequeña estufa, decenas de jeringas y suero oral que, al parecer, se inyectaban los navegantes para no deshidratarse, un motor de 150 caballos de fuerza y que prácticamente se encontraba dentro del agua.
En el techo de la embarcación se encontraba montones de cebo, presumiblemente de res, que aunque pasaba de forma disimulada, los lancheros de Holbox externaron que aplicada a otro material podía servir como sello en caso de que la embarcación se agujereara y con ello se evitaría la filtración de agua.
Los cubanos se negaron a hacer algún tipo de comentario a los medios de información que llegaron a cubrir la fuente en la alcaldía de la isla de Holbox, donde permanecieron resguardados por al menos unas cuatro horas.
Por su parte el alcalde de la isla de Holbox, José Manuel Pérez Moguel, sostuvo que el arribo de los cubanos al destino turístico es un caso aislado ya que, al parecer, su destino era Miami del vecino país del norte.
Sostuvo que los indocumentados sólo permanecían en calidad de resguardo, por no contar con papeles, ya que no habían cometido delito alguno pero serían turnados a las autoridades correspondientes, en este caso Migración, que ya tenía conocimiento de la presencia de los cubanos en Holbox.
Dijo que los cubanos se habían identificado como Joel Hernández Rodríguez de 42 años y José Manuel Herrera Sánchez de 43 de nacionalidad obviamente cubana, quienes revelaron que venían en la embarcación con otras 19 personas cuyo paradero era desconocido.
De los indocumentados, señaló que éstos fueron llevados al médico para su chequeo, no presentaban síntomas de deshidratación y ya se les había brindado la alimentación, en tanto que de los otros restantes añadió que podrían encontrarse en algún punto de la isla o ya habrían buscado la forma de salir pero se preparaba algún plan para recorrer la ínsula.
Mientras las autoridades de la alcaldía de la isla de Holbox esperaban la presencia de los elementos del Instituto Nacional de Migración, los elementos municipales resguardaban a los cubanos, pero debido a los pocos policías con que cuenta el destino turístico no se hizo algún operativo de búsqueda de los demás ilegales.
La presencia de los antillanos en Holbox generó opiniones encontradas, ya que mientras algunos habitantes pedían no se tomara fotos y se dejaran en libertad, otros pedían que fueran entregados a las autoridades y los restantes buscados, porque temían que alguna embarcación desapareciera del lugar al buscar estas personas la forma de salir de Holbox.
A las cuatro y media de la tarde, alrededor de siete elementos de Migración llegaron a Holbox a bordo de una patrulla, se entrevistaron con el alcalde y de inmediato los cubanos quedaron a disposición.
Ninguno de los elementos de Migración dio información al respecto, se limitaron a pedir a las autoridades locales los exámenes médicos de los indocumentados, para ser subidos a la patrulla y llevados a la caleta de la isla de Holbox.
Al final, los elementos de Migración y los cubanos abordaron en el puerto de Chiquilá los vehículos de la dependencia y fueron trasladados ya alrededor de las seis de la tarde a Cancún donde presumiblemente serían repatriados a Cuba.