Empresas apócrifas se aprovechan de la necesidad de la gente
Mérida, Yucatán, 7 de enero de 2021.- Pese a que el titular de la Profeco en Yucatán, Jorge Alberto Angulo Bermejo confirmó la presencia de empresas que ofrecen dinero en préstamo con fines fraudulentos, no dio una cifra certera de cuántas operan en Yucatán, debido a que los departamentos que reciben las quejas todavía se encuentran capturando la información.
Angulo Bermejo se comprometió a ofrecer los datos concretos en próximos días, cuando la Procuraduría avance con los procesos administrativos.
En cuanto a las afectaciones, refirió que los meridanos pertenecientes a las colonias del sur de la capital yucateca son quienes se ven más afectados por este tipo de actos delictivos, a causa de que en calles de estas zonas abundan los anuncios que dan a conocer este tipo de giros.
«El gancho es que no les piden aval, buró de crédito, ni alguna garantía, usualmente les hacen firmar pagarés, ya con eso ya tienen para demandarles», comentó.
El titular reconoce que en la cuesta de enero «la necesidad es muy fuerte«, pero recomienda no ceder ante los engaños, sino ser cautelosos al acudir a las empresas de préstamos y verificar su autenticidad.
«Hay empresas que por lo menos, tienen la característica de ser Sociedad Anónima y que están registradas con nosotros, igual que las casas de empeño, ahí sí hay una garantía, y pueden responder con más amplitud porque existe un contrato», finalizó.
Por su parte, la Condusef, indicó que estas empresas utilizan información como la razón social, direcciones, teléfonos e imagen corporativa (logotipos) de las Entidades Financieras debidamente registradas y supervisadas, para hacerse pasar por ellas. Esta información se utiliza en documentos, contratos, publicidad, redes sociales, páginas de Internet apócrifas o anuncios en periódicos.
Posteriormente viene el “gancho”, ofertan créditos inmediatos con pocos requisitos, solicitan anticipos de dinero en efectivo o mediante depósito a una cuenta bancaria, con la finalidad de apartar el crédito, gestionarlo, adelantar mensualidades, pagar gastos por apertura o como fianza en garantía, generalmente por el equivalente al 10 por ciento del monto total del crédito solicitado.
A los “clientes” los contactan vía telefónica o por redes sociales, ofreciéndoles créditos con mensualidades de montos pequeños para hacerlos atractivos. Sin embargo, una vez que aceptan el crédito y pagan los gastos exigidos, no reciben el crédito y ya no se puede localizar a la empresa.
Ante esta situación, las instituciones en defensa del consumidor piden estar atentos a las empresas que, por más atractivos que sean los ofrecimientos de dinero a través de créditos, se fijen muy bien si son empresas con una razón social establecida o apócrifa.
Jonatan Hilera