“La verdad me siento muy bien”, declaró el jefe de Gobierno del Distrito Federal
México, 02 de noviembre de 2014.- El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, trabajará desde el hospital hasta que se recupere de la cirugía de corazón abierto a la que fue sometido; “la verdad me siento muy bien”, declaró vía telefónica.
En conferencia de prensa realizada en el hospital ABC, el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, puso al micrófono la llamada con el mandatario capitalino, en la que explicó que mientras esté convaleciente dará instrucciones a sus funcionarios para que opere con normalidad su administración.
“La verdad me siento bien, me siento, pues, con mejoría, si no es porque me pude ver un poquito la herida no estaría muy convencido de que me intervinieron; pero sí, la verdad me siento muy bien. Estoy tranquilo. Vamos a estar muy pendientes dando las instrucciones a todo lo que se requiere respecto al funcionamiento y pronto los saludaré otra vez”, expuso.
Mancera dijo que espera estar pocos días en el hospital, pero que seguirá todas las instrucciones que le den los médicos y enfermeras: “Espero que con eso pronto resultemos ya con la posibilidad de estar en la oficina otra vez”.
Después de la conferencia, a través de su cuenta de Twitter, el jefe de Gobierno publicó agradecimientos y reiteró su disposición de trabajar mientras se recupera.
“@ManceraMiguelMX: les agradezco a todas y todos las muestras de afecto que he recibido deseándome una pronta recuperación #mm”.
Previo a la llamada, el cirujano cardiovascular Carlos Riera Kinkel explicó que hace tres meses se detectó un trastorno en el ritmo cardiaco de Mancera en su chequeo médico anual, y después de estar bajo tratamiento médico, se le realizó un procedimiento de ablación programado, calificado de alto riesgo, que se llevó a cabo el viernes por la tarde.
Sin embargo, explicó, durante el proceso se presentó una perforación cardiaca, lo que ocasionó una cirugía a corazón abierto.
“Concluida la intervención de forma exitosa, fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos, donde su excepcional condición física ha permitido la evolución favorable antes de lo clínicamente esperado”, señaló.
Riera Kinkel subrayó que en apego al protocolo de atención a este tipo de procedimientos quirúrgicos, Mancera permanecerá en cuidados intensivos.
Señaló que “en muy poco tiempo podrá reincorporarse a sus actividades” como jefe de Gobierno.
Héctor Serrano detalló que desde temprano el mandatario local instruyó a su gabinete de seguridad a reunirse para conocer el estado que guarda la ciudad.
Precisó que tanto el gabinete legal como el ampliado recibieron instrucciones de las acciones a realizar en estos días.
“Durante el tiempo que permanezca en este hospital, por la mañana, como lo hago de forma cotidiana, recibiré los informes de las áreas operativas y giraré las instrucciones que resulten para garantizar el buen funcionamiento del gobierno de la ciudad, en atención siempre a ciudadanos”, leyó Serrano a nombre de Mancera.
Agregó que “en todo momento estaré atento durante mi convalecencia, a efecto de que se dé cabal cumplimiento, por los funcionarios respectivos, a las instrucciones que he dado y atiendan de forma exacta las necesidades diarias de nuestra ciudad”.
Desde que se internó, durante la operación y en las horas críticas de su recuperación Mancera estuvo acompañado por su círculo más cercano.
Durante varias horas los funcionarios fueron llegando para conocer el estado médico del jefe de Gobierno.
Los primeros en arribar fueron los secretarios de Salud, Armando Ahued, y de Gobierno, Héctor Serrano, además del presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, Manuel Granados, quienes pasaron la noche en el hospital.
Estuvieron presentes también el secretario de Cultura, Eduardo Martínez; el director del Metro, Joel Ortega; el presidente del PRD en el DF, Raúl Flores; el rector de la UNAM, José Narro, quien permaneció apenas unos cinco minutos, y el comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal, Porfirio Muñoz Ledo.
El jueves, cuando se supo de la complicación de la cirugía, el presidente Enrique Peña Nieto envió a un grupo de médicos para trasladar a Mancera a un hospital militar, pero los doctores civiles no lo recomendaron.