Además, el consumo de plásticos y la migración influyen a que el vector se reproduzca y esté presente todo el tiempo
Mérida, Yucatán, 7 de marzo de 2020.- El cambio climático y las propias acciones de los humanos han contribuido a que vectores como el Aedes Aegypti, mosquito transmisor de dengue, dejen la reproducción estacional y estén presentes en nuestro entorno a lo largo del año.
Carlos Machain Williams, profesor investigador del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, adscrito al laboratorio de arbovirología, indicó que esto podría explicar el incremento en casos de dengue no solo en Yucatán, sino en otras partes del país.
“Hace un tiempo, los periodos bien definidos de lluvias permitían que la presencia de estas enfermedades tuviera estacionalidad, que era durante y posterior a los picos de lluvia, ahora, el cambio climático y el alto consumo de plásticos, ha propiciado que los mosquitos que transmiten estos virus se reproduzcan a lo largo del año y estén presentes en nuestro hábitat todo el tiempo”, indicó.
El especialista precisó que esto no es resultado de los últimos años, pues según declaró, desde los 90’s, la población se enfocó en el consumismo, propiciando así la acumulación de aparatos electrónicos, recipientes y plásticos que, a lo largo del tiempo se convierten en potenciales criaderos de mosquitos.
A esto, continuó, se le suma la migración de personas pertenecientes a otras regiones del país, que, al no tener contacto con este vector, tienen un sistema inmunológico vulnerable, por lo que al ser picados por el mosquito es más fácil que se enfermen.
Sobre la cantidad de casos –que al corte del 24 de febrero eran 91 confirmados, 86 más que en el mismo periodo de 2019-, Machain Williams explicó que podrían ser más, toda vez que, de cada 10 personas infectadas, solo dos registran manifestaciones clínicas, los otros ocho se pueden considerar como personas sanas.
“Hay un porcentaje más elevado que no tiene manifestaciones y que están infectadas por el mosquito; cuando nos enfermamos y nos da fiebre, enseguida te cubren, te ponen tu pabellón y te dan repelente, pero esto solamente es para quienes tienen manifestaciones clínicas, deben tener en cuenta que esto es solo una pequeña cantidad”, explicó.
Aunque reconoció que el erradicar por completo la presencia del vector es imposible, además de arriesgado para la población, dijo que las acciones implementadas hasta ahora como la descacharrización y fumigación solo contribuyen hasta cierto punto, por lo que afirmó, urge implementar un trabajo coordinado entre autoridades gubernamentales y sociedad en general.
Explicó que, en el caso de la descacharrización, los ciudadanos aprovechan para sacar muebles o basura que no son criaderos, sobre la fumigación dijo, el no rotar los insecticidas permite que el mosco desarrolle una cierta resistencia a los químicos, además de que no se hacen las fumigaciones en aquellas zonas con mayor presencia del mosco.
“Los moscos se vuelven resistentes a los insecticidas, sus generaciones son cortas, en seis días ya hay una nueva generación y esa rapidez les permite acumular cambios para su sobrevivencia” añadió.
El investigador hizo hincapié en que, además de las recomendaciones a la población, debe intensificarse el trabajo en conjunto para que las acciones que ya se implementan puedan surtir efecto, además, señaló, se debe incluir en la educación básica la información respecto a la descacharrización, fumigación, abatización y la no acumulación de basura.
“Tenemos que enseñar a los niños, permear nuestra salud, debemos educar a los menores para que cuando se solicite la participación de la gente, ellos sepan perfectamente qué hacer” finalizó.
Desde el Balcón