El actor mexicano declaró que en los últimos 12 años la cultura y las artes no han sido una prioridad para los gobiernos de nuestro país.
Mérida, Yucatán, 16 de octubre de 2014.- El reconocido actor mexicano Demián Bichi, declaró que ante los graves problemas que se viven en el país, como la matanza y desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, “no podemos desafanarnos, ni vivir en una burbuja, ni mucho menos pensar que todo se soluciona con el olvido”.
“El caso Ayotzinapa nos afecta a todos, pero así como ése, hay una infinidad de problemas desde hace años en el país, lo que sucede es que cada vez que surge un problema nuevo, los otros dejan de ser prioridad, hasta que se olvide y a nadie le importe, pero con el olvido no se van a solucionar las cosas”, declaró.
Dijo que es indudable que los conflictos de México y lo que ocurre en otras partes del mundo nos afecta, “pero nos hemos encapsulado, creemos que lo del ébola o lo que pasa en la franja de Gaza no tiene que ver con nosotros, pero no es así, estamos en el mismo planeta, no podemos desafanarnos de estos problemas”,
Ejemplificó que si se escuchan gritos en la casa del vecino, el problema no se acaba subiéndole el volumen a la televisión, “hay que poner atención a esas cosas, no podemos vivir en la burbuja”, insistió.
Demián Bichir ofreció una conferencia de prensa previa a su participación en el Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya), en donde recibió reconocimientos por parte del organizador de este encuentro cultural, Jorge Esma Bazán.
Aprovechó el encuentro con los medios para declarar que la situación actual del país repercute a la ciudadanía en general, pues todo está conectado, incluso con el arte y la cultura.
“Creo que nosotros somos ciudadanos más felices cuando todo está en orden, no sólo si a la selección de futbol le va bien, sino cuando tenemos gobernadores capaces, cuando todo funciona bien, cuando en México hay menos inequidad y diferencias sociales”, añadió.
Dijo que es difícil ver diferencias entre el actual gobierno de Enrique Peña Nieto y el de Felipe Calderón, cuando básicamente todo está diseñado para que el mismo sistema funcione como está establecido.
Al comparar al futbol con la política, declaró que cuando un delantero no mete gol, hay que darle la oportunidad a otro jugador para ver si puede anotar. En ese sentido, subrayó que sigue pensando “que hay que darle una oportunidad a Andrés Manuel López Obrador para ver si es capaz de meter gol”.
Indicó que hay que darle chance “a una tercera opción” en las elecciones, sobre todo a los políticos que propongan cambios radicales en favor del país, para que se acabe la misma agenda de los gobiernos de los últimos 90 años.
Además, preció que en los últimos 12 años, la cultura y las artes no fueron una prioridad para los gobiernos federal y estatales, pues se concentraron en otras cosas, como construir bibliotecas carísimas”.
Recalcó que en México hay mucho talento en todos los rincones del país y en cada disciplina artística, pero no cuentan con espacios para desarrollar sus ideas y capacidades.
Sin embargo, señaló que nuestros artistas e intelectuales mexicanos siguen siendo, desde hace décadas, los mejores embajadores ante el mundo, por lo que valdría la pena inyectarle más atención a ellos.
Demián Bichir también habló de las reformas estructurales, aclarando que es muy arriesgado para los gobiernos prometer constantemente que habrá más dinero en los bolsillos de la gente.
De hecho, dijo que lo único que va a cambiar es que en la lista de Forbes aparecerán nuevas familias mexicanas millonarias, “y ninguna de ellas va a ser la tuya ni la mía”.
Al abundar sobre las reformas estructurales, señaló que se debería realizar un plebiscito para preguntarle a los 120 millones de mexicanos si están de acuerdo con ellas o no.
“Creo esa es la mejor manera que tiene el gobierno para legitimarlas, que se haga el plebiscito, total, al final de cuentas compran tarjetas Soriana y no pasa nada, todo se puede amañar, pero por lo menos hay que hacer el intento y preguntarle a la gente”, finalizó en torno sarcástico. (Herbeth Escalante)