Pese a sus débiles intervenciones en tribuna en la Cámara de Diputados y de Senadores, la oposición yucateca ante el gobierno federal ha sido tenue, endeble y sin mucho «ponch», a lo mejor porque todos ellos -legisladores del PRI y del PAN- básicamente han asumido una actitud de «autocensura» y han echado reversa en muchos casos porque tienen cifras, y «otros datos», que indican que ponerse a criticar y enfrentar al hoy Gobierno Federal emanado de Morena, es «desgastante» e inútil.
Dicho por cuando menos dos de los legisladores federales, que durante toda la semana están en la Ciudad de México y observan el panorama político y del servicio público a nivel central, sostienen que más vale ser «prudentes» que «tirarse a la yugular» del presidente de la república o de la gente que actualmente gobierna el país, porque el saldo -para ellos- finalmente será negativo.
Los propios legisladores sostienen que pasarán varios meses más, o hasta años, en que la misma gente y la sociedad comprenda las políticas electoreras y erradas de la actual administración federal. Por ahora, es muy pronto para pensar en un «desencanto» morenista y de color guinda, dicen.
Desde el Balcón