La noche fue ideal para el último partido de Derek Jeter en el Yankee Stadium, al pegar el hit de la victoria en la parte baja de la novena entrada.
NUEVA YORK, 26 de septiembre de 2014.- Todo fue perfecto. Derek Jeter coronó su despedida del Yankee Stadium con un sencillo que produjo la carrera de la victoria en la parte baja de la novena entrada, tal vez la última parte de la historia de una ilustre carrera que hizo ganar a los Yanquis 6-5 ante los Orioles de Baltimore.
El juego fue una serenata con cantos que resonaron toda la noche en el Bronx, Jeter inclinó su gorra varias veces en el campo corto y al final remolcó tres carreras.
Pegó un profundo doblete en el inicio del partido a la barda del jardín izquierdo-central y guardó lo mejor para el final, un sólido sencillo a la parcela derecha que remolcó la carrera de la victoria.
Durante la escandalosa celebración que siguió al hit por parte de 48 mil 613 aficionados, Jeter aseguró que el de ayer fue su último partido en las paradas cortas, aunque posiblemente salga a jugar como bateador designado en Boston este fin de semana.
Parecía que la rola productora en la séptima entrada que rompió un empate sería el batazo que le daba el triunfo a los Yanquis que tomaron una ventaja de 5-2 contra los ya campeones de la División Este de la Liga Americana.
Pero no… ¡No era el final adecuado para Jeter!
A él siempre le ha gustado el mejor momento, el más electrizante drama, y ayer por la noche estaba destinado a no hacerlo diferente.
Como si fuera planeado desde el inicio, el cerrador David Robertson (4-5) permitió un jonrón de dos carreras en la alta de la novena de Adam Jones, y luego Steve Pearce empató el encuentro con vuelacercas solitario que empató el partido con dos outs.
Eso sólo preparó todo para Jeter saliera una vez más a escena.
El venezolano José Pirela pegó un sencillo para abrir la parte baja del noveno rollo ante el relevista Evan Meek (0-4), y Antoan Richardson entró como corredor emergente.
Richardson avanzó a la intermedia con toque de sacrificio de Brett Gardner y el resto fue historia.
Jeter le pegó al primer lanzamiento de Meek y la pelota se internó en el hueco entre primera y segunda base.
Richardson se fue hasta la registradora y venció el tiro de Nick Markakis para marcar la carrera de la victoria.
Un eufórico Jeter brincó con los brazos arriba entre primera y segunda. Los jugadores de los Yanquis salieron a celebrar a su lado, y también lo acompañaron algunos de sus excompañeros como Jorge Posada, Mariano Rivera, Bernie Williams, Andy Pettitte, Tino Martínez y el miembro del Salón de la Fama, el exmanager Joe Torre, quienes esperaban a un lado del dugout para saludar al capitán que está por retirarse.
“Esto va más allá de cualquier sueño que haya tenido”, dijo Jeter.
Luego de terminado el partido, Jeter se dirigió a las paradas cortas, se agachó en el borde del pasto que da a los jardines y brincó un par de veces antes de regresar al grupo.
Se inclinó la gorra una vez más, antes de ser bañado por Gardner y CC Sabathia.
En un giro que no encaja con la historia, el de ayer fue el único partido que Jeter jugó en el Yankee Stadium con los Mulos ya eliminados de la carrera hacia los playoffs.
Los Yanquis quedaron eliminados tras la derrota del pasado miércoles, así que toda la atención estuvo en la despedida del capitán, quien se convirtió en el primer pelotero en la historia en jugar 20 temporadas con un equipo que siempre terminó con marca ganadora en ese lapso.
“Un momento especial”
Derek Jeter no quería que la noche se terminara.
El capitán en retiro le dio a Nueva York una victoria más con un gran hit, después se fue un par de veces a las paradas cortas, saludando a su adorada afición que presenció su último partido en el Yankee Stadium.
Poco después de pegar el sencillo que le dio el triunfo a los Yanquis ante Baltimore, Jeter aseguró que fue su último partido en el shortstop.
“Quiero llevarme algo especial del Yankee Stadium. La vista desde las paradas cortas esta noche es lo que me quiero llevar”, aseguró Jeter.
El día que vistió por última vez el uniforme a rayas lo inició con un doblete y acabó con un gran momento a una carrera llena de éxitos.
“Uno lo veía venir cuando inició el inning. Dijimos ‘Jeter lo va a ganar’. Lo sabíamos”, comentó desde Detroit el as de los Tigres, Max Scherzer.
Hasta la lluvia lo respetó
Como si fuera una señal, la lluvia se detuvo antes del partido, salió el arcoiris y Derek Jeter comenzó su último partido en Yankee Stadium a su estilo.
El capitán de los Mulos de Manhattan pegó un doblete a lo profundo del jardín izquierdo-central en su primer turno al bat ante los Orioles de Baltimore.
Los aficionados que llenaron el estadio gritaban desde que comenzó el corrido de bases, luego de pagar hasta 10 mil dólares por boleto, en el adiós de Jeter en el Bronx.
El shortstop de 40 años saludó a los aficionados desde que salió al círculo de espera en el inning inicial, y luego le pegó al lanzamiento de Kevin Gausman, un pitcher que tenía cuatro años cuando Jeter debutó en las Mayores en 1995.
Fue el hit tres mil 462 de su carrera que lo tiene ubicado en el sexto lugar de hits de todos los tiempos en Grandes Ligas.
Jeter es el último jugador en usar un uniforme con un dígito, y su último partido coincidió con el aniversario 46 del último partido de Mickey Mantle en el Bronx, quien jugaba en la calle de enfrente, en el viejo estadio.
Los Yanquis hicieron un homenaje a su capitán con varios videos en la pantalla gigante antes del inicio del partido, que acabó con un batazo de Jeter. (Excélsior)