Prácticas culturales como el fecalismo al aire libre y beber agua de pozo son algunos de los factores que provocan esta enfermedad.
Mérida, Yucatán, 25 de agosto de 2014.- El secretario estatal de Salud, Jorge Eduardo Mendoza Mezquita, reconoció que Yucatán se ubica en primer lugar a nivel nacional en cuanto a la incidencia de Hepatitis A, e informó que en lo que va del año se han reportado 966 casos.
Aunque precisó que se han registrado más pacientes que en años anteriores, recalcó que nadie ha fallecido en la entidad a causa de dicho mal.
El funcionario, indicó que uno de los factores que ha propiciado el incremento de casos de Hepatitis A, es que prevalecen prácticas culturales como el fecalismo al aire libre o beber agua de pozo, sobre todo entre la población del interior del estado.
De hecho, dijo que con la llegada de las lluvias “se agudiza este problema”, ya que las precipitaciones provocan que las heces fecales contaminen el agua de los pozos.
Mendoza Mezquita declaró que han sido pocos los casos en donde tuvieron que internar en algún hospital a los enfermos por hepatitis A, y sostuvo que en lo que va de este 2014 nadie ha muerto por dicho padecimiento.
Señaló que los 966 casos confirmados “son una cifra que no esperábamos”, y que rebasa a los registrados en años anteriores.
Pero, recalcó, la Secretaría de Salud de la mano con ayuntamientos y otras instancias estatales ejecutan acciones para mitigar esta enfermedad, “y si no lo estuviéramos haciendo, el número de casos estaría por los cielos”.
Entre las recomendaciones para evitar este padecimiento, invitó a la población a lavar sus vasos y platos con agua clorada, evitar comer en establecimientos de la calle que no cuenten con medidas de higiene, e insistió en que sólo beban agua purificada, entre otras.
“Somos muy confiados, comemos los tacos o tomamos refrescos en cualquier lugar, y realmente no sabemos con qué lavan los vasos y los platos, o nos acostumbramos a tomar agua de pozo”, explicó.
Dijo que entre los síntomas para detectar Hepatitis A es que los enfermos tienen amarillos sus ojos, o su orín tiene color oscuro. (Herbeth Escalante)