El senador oficialista, David Penchyna, explicó que este plazo es similar al de casi todos los países que cambiaron sus modelos energéticos de sistemas estatales cerrados a otros abiertos.
México, DF. 08 de agosto de 2014.– La reforma energética mexicana, que abre la industria petrolera al sector privado y cuyas leyes reglamentarias fueron aprobadas el miércoles por el Congreso, tardará en «madurar» una década, afirmó este jueves el senador oficialista David Penchyna, uno de sus impulsores.
Penchyna, presidente de la Comisión de Energía del Senado y uno de los principales responsables de procesar los cambios legales, explicó que este plazo es similar al de casi todos los países que cambiaron sus modelos energéticos de sistemas estatales cerrados a otros abiertos.
En rueda de prensa con corresponsales extranjeros, el senador justificó irónicamente la década que se requerirá para convertir a Pemex en una empresa productiva del Estado con el argumento de que la compañía es «un viejito de 80 años con muchas mañas».
Precisó que la entidad debe cambiar totalmente su gestión, comenzar a invertir y, lo más importante, revertir la caída de su producción.
«Pusimos un periodo de transición, a partir de que la plataforma de producción deje de declinar, que se estabilice y comience a crecer», detalló el senador, que prometió para Pemex los montos de inversión más altos de su historia.
El legislador confió en que las leyes secundarias de esta reforma, que establecen las condiciones y reglas para aplicar la reforma constitucional aprobada en 2013, sean promulgadas la próxima semana por el presidente Enrique Peña Nieto.
Indicó que solamente falta que el Gobierno elabore los respectivos reglamentos para comenzar a impulsar la participación de todas las empresas interesadas en esta industria.
Afirmó que es urgente avanzar en las denominada «ronda cero» en la que las autoridades adjudicarán a Pemex los yacimientos petroleros solicitados, y luego a la «ronda uno», para convocar a las demás empresas interesadas en participar en las convocatorias para comenzar a explorar y producir.
Penchyna espera que se pueda realizar la «ronda uno» a finales de este año o «a más tardar a principios de 2015» para que comience a fluir la inversión privada y se pueda elevar la producción de crudo y gas, que es el objetivo de la reforma.
Con la aprobación de las leyes concluyó un proceso de 15 meses de actividad legislativa y que ha sido resultado de un debate «inaplazable» de los últimos 16 años para transformar el sector energético, recordó el senador.
Además, reconoció que México es hasta ahora el último país en lograr la apertura de la industria energética, principalmente la petrolera, algo que puede acabar siendo una ventaja.
«Aprendimos de todos los demás, tomamos en cuenta sus aciertos y sus errores», apuntó.
En el proceso legislativo se modificaron tres artículos constitucionales, el 25, 27 y 28; se crearon 9 leyes y se reformaron otras 12, lo que implica un texto de 1.300 cuartillas, para cambiar un modelo impuesto hace casi 80 años, con la histórica expropiación de la industria petrolera del general Lázaro Cárdenas en 1938.