A punto de “girar” parque eólico de Dzilam

Según el gobernador los pobladores han adoptado el proyecto y hasta será “atractivo turístico” 

Dzilam de Bravo, Yucatán, 25 de septiembre de 2018.- Luego de seis años de planeación, el parque Eólico del Golfo 1 de Dzilam de Bravo se encuentra listo para iniciar operaciones el próximo 1 de noviembre. Se convertirá en el primer megaproyecto de este tipo en levantarse en Yucatán, y ofrecerá energía limpia a empresas privadas de la Península.

Esta mañana, el gobernador Rolando Zapata Bello acompañado de funcionarios y empresarios del ramo renovable realizaron una supervisión de finalización de esa obra, en donde constataron la instalación de 28 aerogeneradores en torres de 120 metros de altura de fabricación china, de la marca ENVISION.

En el acto, se informó que el parque tendrá una capacidad para generar 70 megavatios (MW) de energía limpia. El punto de interconexión será la subestación de Temax de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicado a 25 kilómetros de Dzilam de Bravo, y de ahí a la Red Eléctrica Nacional, para que a través de un sistema de conteo suministre energía a compañías privadas como Cinépolis.

El presidente de la empresa Vive Energía –inversionista del proyecto-, Benigno Villareal del Río declaró que con este tipo de parques están trayendo modernización y generación de energía que se requiere en la Península de Yucatán para cualquier tipo de negocios.

Explicó que también se ha conformado la Agrupación Peninsular de Energía Renovable (APER) con 12 empresas que están desarrollando proyectos eólicos y solares en la región, con el objetivo de “compartir experiencias y prácticas para hacer un mejor trabajo”.

Abundó que el parque de Dzilam de Bravo pudo levantarse tras firmar contratos con empresas privadas para dotarlas de energía, derivado de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Pero también se construirán otros mega-proyectos, como los nueve de la Subasta de la Secretaría Energía para alimentar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), producto de la reforma energética.

“Implementamos las mejores prácticas a nivel internacional para un desarrollo sostenible desde el punto de vista ambiental y social, ese es el compromiso. La reforma energética será recordada por su contundencia económica, pero sobre todo por su inclusión social”, sostuvo durante una sesión de trabajo con representantes de las empresas de esos mega-proyectos, antes de iniciar el recorrido por el lugar.

Villareal del Río dio a conocer que están realizando los últimos trabajos propios de la interconexión en el parque Eólico del Golfo 1 para que el suministro se lleve a cabo con seguridad. Calculó que empezará a operar el 1 de noviembre “aunque los fierros (de los aerogeneradores) no tienen palabra, pero todo parece indicar que esa es la fecha”.

En el evento, el gobernador Rolando Zapata declaró que los pobladores de Dzilam de Bravo “han adoptado este proyecto, lo sienten como suyo, están orgullosos y contentos que en su comunidad estén sucediendo cosas que se convierten en aspectos positivos”.

Incluso dijo que se convierte en un “atractivo turístico”, pues los visitantes se detienen a tomarle fotografías a las aerogeneradores  “y los admiran”.

Por cierto, representantes de diferentes empresas renovables presentes en el acto comentaron que se encuentran en la etapa de consultas indígenas o en los trámites de subastas de energía, por lo que en los próximos años construirán más parques solares y eólicos. Uno de los más avanzados es el de Tizimín, que también ha levantado sus aerogeneradores.

Cabe mencionar que se estima que en Yucatán se instalarán 20 obras de este tipo,  sin embargo, investigadores como Rodrigo Tarkus Patiño Díaz del CINVESTAV han criticado que no se realizó una Evaluación Ambiental Estratégica antes de autorizarlos, que debió servir para analizar los posibles impactos ambientales y sociales en la región, derivado del número de parques que se levantarán en el territorio estatal.

Además, se tiene reportes de irregularidades durante la realización de consultas indígenas, como por ejemplo en San José Tipceh de Muna –en donde se construirán los parques fotovoltaicos “Ticul A” y “Ticul B”-, que han ocasionado conatos de violencia entre los pobladores. (Herbeth Escalante)