Sin embargo, esperan que se modifique el marco jurídico ambiental para que la pesca ilegal de esta especie se tipifique como delito grave.
Mérida, Yucatán, 26 de junio de 2014.- A pesar que se intensifica la pesca furtiva del pepino de mar en las costas yucatecas, el subdelegado de Pesca de la Sagarpa en el estado, Víctor Manuel Alcántar Cárdenas, aseguró que esta especie “no va a desaparecer”, pero dijo que sí se deben elevar las sanciones para quienes practican su captura de manera ilícita.
“Yo no pienso que el pepino de mar desaparecería (por la pesca furtiva), es una especie endémica en el estado, siempre ha estado ahí, toda la vida”, argumentó el biólogo durante una entrevista.
En ese sentido, ejemplificó que hay zonas de las costas de Yucatán que se han visto afectadas por fenómenos naturales como la marea roja –como ocurrió en el 2008- sin que se afectará considerablemente ese producto marino.
“La última vez que se registró marea roja fue muy fuerte, en el norte y oriente del litoral, pero esa zona se recuperó y ahí hay bancos importantes de pepino de mar, por eso creo que el recurso podrá permanecer”, agregó.
Además, informó que existen iniciativas de instancias privadas para fomentar la producción controlada de esta especie, y de lograrse, se mitigarían las afectaciones de esta actividad pesquera, la cual es meramente extractiva.
Sin embargo, el funcionario señaló que se debe modificar el marco jurídico federal en materia ambiental, para que se tipifique la captura ilegal de pepino mar como delito grave, y de esta manera proteger la especie.
Recordó que ahora, a quienes se les detiene por cometer este delito, alcanzan fianza, por lo que “salen de prisión” y suelen recurrir a la pesca furtiva.
En ese sentido, adelantó que el Gobierno de Yucatán busca incidir en el poder legislativo federal para que se realicen esos cambios jurídicos “y hayan sanciones más duras”.
Alcántar Cárdenas señaló que aunado a esto, también se deben atender los aspectos sociales y económicos de las comunidades del litoral yucateco, pues la difícil situación en la que viven los pobladores, los orilla a dedicarse a la pesca ilegal del pepino de mar, ya que obtienen importantes ganancias con su venta. (Herbeth Escalante)