Disfrazaron una violación a derechos humanos a través de acciones religiosas, aseguran
Mérida, Yucatán, 21 de noviembre de 2017.- Directivos de la Clínica de Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva informaron que están preparando tomar acciones legales en contra del grupo de personas que rezaron durante 40 días frente a ese lugar, quienes argumentaron que se trató de una campaña “para poner fin al aborto en Yucatán”.
La abogada Amelia Ojeda Sosa criticó que agrupaciones como esas están disfrazando acciones para violentar los derechos humanos contra terceros, por tal razón actuarán en consecuencia.
Dijo que se trató de una conducta de intolerancia que atentó contra los pacientes y profesionales de salud de esa clínica, “a través de una acción piadosa o religiosa”.
“Nadie ve mal que las personas recen, lo que se tiene que analizar es la intencionalidad con la que se hace, cuál es el mensaje que buscan enviar. No es un delito rezar un rosario, la violación se da en el momento que esa expresión religiosa sirve para señalar o identificar una conducta con la que no están de acuerdo”, explicó.
Aunque no detalló en qué consistirían esas acciones legales, Ojeda Sosa dijo que existe una red mundial que trabaja en hacer análisis, consultas y abonan con acciones en países en donde ocurren violaciones de derechos humanos que están disfrazadas con diferentes tipos de conductas, como fue el caso de la rezadoras.
La abogada sostuvo que aunque se piensa que los particulares no pueden violentar derechos humanos, recalcó que hay mecanismos establecidos en la legislación para hacerlos valer, por eso tomarán medidas al respecto.
“Como es algo tan sutil, la gente no le ve mal, pero hay que analizar que está detrás (de los rezos)”, agregó la activista, quien como hemos publicado, criticó esa campaña de los grupos conservadores porque discriminaron a los profesionales y a los usuarios de la clínica.
Por su parte, la doctora Sandra Peniche, directora de esa clínica declaró en tono irónico que ya envió una carta al Vaticano para que empiece su proceso de canonización por tanto rezo, “hasta siento que ya tengo una aureola”.
Las activistas también bromearon sobre este caso, diciendo que después de 40 días de oraciones ya las extrañan, y se quejaron que nunca les dieron arroz con leche, como se suelen repartir en las novenas. (Herbeth Escalante)